La informalidad laboral sigue siendo uno de los grandes desafíos del mercado de trabajo argentino. Según datos del newsletter Argendata, elaborado por la organización Fundar, 8,8 millones de personas trabajan en la informalidad, lo que representa el 42% del total de ocupados en el país. Entre ellos, el 36% de los asalariados y el 57% de los trabajadores independientes están fuera del circuito formal, sin aportes jubilatorios ni acceso a la seguridad social.
Este fenómeno se asocia de forma directa con condiciones laborales precarias, bajos ingresos y exclusión de derechos básicos como jubilación, cobertura médica o licencias pagas. Más del 60% de los trabajadores informales son asalariados cuyos empleadores no realizan aportes. Es decir, el problema no se limita a los cuentapropistas o vendedores ambulantes, sino que atraviesa estructuras más consolidadas.
Radiografía nacional: sectores, evolución y territorios
La informalidad varía según el tipo de ocupación y el sector. Mientras que en el sector público es menor al 10%, en el privado supera el 50%. Dentro de este último, actividades como el agro, la gastronomía, el servicio doméstico y la construcción tienen índices de informalidad superiores al 60%.
A lo largo del tiempo, la situación ha fluctuado. En 1986 la informalidad entre asalariados era del 26,9%, mientras que en 2003 alcanzó el 49,4%. En 2024 se ubicó en 36%, lo que representa una mejora respecto a los picos anteriores, aunque todavía lejos de niveles óptimos. El informe de Fundar atribuye los cambios a ciclos económicos, políticas laborales e institucionalidad fiscalizadora (Ministerio de Trabajo, AFIP), en distintos momentos históricos.
¿Y la Provincia de Buenos Aires?
A pesar de su peso demográfico y económico, la Provincia de Buenos Aires no figura entre los extremos. No aparece ni entre las más informales ni en el grupo más formal. Argendata no brinda un dato directo sobre su tasa de informalidad, pero por inferencia —dado su estructura mixta entre industria, servicios y sectores agrarios— es posible ubicarla en un rango intermedio, entre el 30% y el 50% de informalidad asalariada.
Informalidad y región: Argentina en el contexto latinoamericano
Comparada con América Latina, Argentina presenta una informalidad menor al promedio regional (36,2% vs. 42,6%), aunque superior a países como Uruguay (9,6%) y Chile (14,8%). El informe advierte que, por nivel de desarrollo, se esperaría una tasa más cercana al 25%.
Las razones de esta brecha podrían estar en la presión tributaria sobre el trabajo, las normativas de empleo asalariado y los costos de registración. Aunque la formalización aumenta el acceso a derechos, también plantea desafíos a la competitividad de las empresas.