En un contexto nacional marcado por una caída del consumo que supera el 9% en supermercados y un Gobierno que apuesta al ajuste extremo y la reducción del Estado, la provincia de Buenos Aires se destaca por fortalecer políticas públicas que llegan a quienes más lo necesitan. Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoció la efectividad del programa Mercados Bonaerenses, que articula a más de 2.300 productores con consumidores en más de 120 municipios.
El gobernador Axel Kicillof y el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, encabezaron una jornada en la Gobernación bonaerense junto a referentes internacionales de Brasil, Uruguay y Honduras, donde se presentaron los resultados de un informe técnico elaborado junto con la FAO. La iniciativa permite un ahorro promedio del 20 al 25% en la compra de alimentos frescos y saludables, al mismo tiempo que impulsa la formalización de productores mediante herramientas digitales como la Cuenta DNI.
“Son importantes aquellos que hacen las cosas diferentes, y ustedes las hacen diferentes. La FAO les agradece. Ojalá podamos inspirar a otros países con esta linda iniciativa”, afirmó João Intini, oficial de Políticas y Sistemas Alimentarios de la FAO para América Latina y el Caribe. Kicillof, por su parte, destacó el compromiso del Estado provincial: “Es difícil, pero muy relevante, dar a conocer estas políticas que benefician a la población, pero también alertar sobre el peligro del abandono del Estado”.
El Estado presente que alimenta
Mientras el consumo de carnes (vacuna y pollo) cayó a niveles históricos y el ajuste nacional lleva al límite a millones de argentinos, el programa bonaerense busca acortar la cadena de comercialización para que el productor tenga mejor precio y el consumidor no pague de más. El ministro Rodríguez explicó que la iniciativa no solo ayuda a ahorrar, sino que también diversifica la dieta familiar y fortalece el entramado productivo local.
Con presencia en el 90% de los municipios y canales que incluyen ferias itinerantes, mercados fijos, nodos de consumo y plataformas digitales, Mercados Bonaerenses se proyecta como un modelo replicable en América Latina. Buenos Aires fue el primer Estado subnacional en sumarse a la Red Regional de Sistemas Públicos de Abastecimiento de Alimentos (Red SPAA), espacio que busca promover la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación desde una mirada inclusiva y sustentable.
En contraste, mientras el presidente Javier Milei insiste en reducir el déficit a costa de recortar el Estado y su presencia en sectores clave, la provincia bonaerense reafirma su rol activo. “Estas políticas benefician a la población, pero también alertan sobre el peligro del abandono del Estado”, remarcó Kicillof. El mensaje es claro: ante la motosierra del ajuste nacional, Buenos Aires apuesta a construir redes de protección social y garantizar que nadie quede excluido.
En un país donde el ajuste se volvió regla, la provincia de Buenos Aires parece decidida a seguir siendo la excepción. La política pública que alimenta y protege, reconocida por la FAO, no solo mejora la alimentación y el bolsillo de miles de bonaerenses, sino que también es un faro para América Latina en materia de soberanía alimentaria y desarrollo sostenible.