La inflación es un proceso económico político multicausal, aunque en la escena pública tiene distintas acepciones. Sobre esto, poco se problematiza en cuanto a aquellas empresas formadoras de precios que funcionan en tándem oligopólico como, por caso, las alimenticias como Arcor, Ledesma y Molinos , cuyos empresarios se opusieron al congelamiento de precios . Ante tal cuestión y tras las declaraciones del dueño de Marolio , se abrió la polémica.
Sin adentrarse en cuestiones más específicas, el comportamiento de las firmas citadas -no solo en temas como la inflación y su respuesta ante el congelamiento de valores de productos de la canasta básica- no sorprende ya que forma parte del funcionamiento sistemático de un sector.
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De todos modos, las declaraciones de Víctor Fera , dueño de las cadenas Marolio y Maxiconsumo, además de presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, pusieron de relieve el peso de las alimenticias en el proceso de aumento generalizado de precios.
“Nosotros vamos a apoyar la medida, no tenemos ningún problema en hacerlo” , declaró del mencionado empresario en una entrevista con Radio con vos . Más allá de su respuesta ante el congelamiento de precios de 1432 productos de consumo interno, lo que resaltó es su bronca contra los dueños de las otras alimenticias: “Nunca los sueldos en la Argentina fueron tan bajos como hoy. los sueldos? Acá el problema es que no se actualizaron los sueldos, no los precios de la comida “ .
En esa línea, Fera, titular de Marolio, puso de relieve que “no podemos hablar más de que un empleado no le alcance la plata para viajar o para comer. y te dice: ‘Che, fui a comer a tal lado’ y sale 20 lucas el cubierto y un empleado gana 50 por mes. ¿Se puede ser tan hijo de p …? ” .
Lo que grafica su posicionamiento es una grieta que se expresa públicamente entre empresarios, ya que, tras un reporte del periodista Ariel Lijalad publicado mediante un hilo en su perfil de Twitter, se evidenció que firmas tales como Arcor, Ledesma y Molinos facturaron miles de millones de pesos desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, hasta hoy.
Esta información justo coincide con que la inflación interanual se situó casi en 53% en septiembre, comparado al mismo mes del año pasado. Inclusive, acuerda con lo que representan las estadísticas, pero también con lo que nos topamos todos los días al momento de hacer las compras, los precios que más “se inflaron” fueron los de los alimentos.
De hecho, conforme el último documento circulado desde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), solo entre diciembre del 2020 y septiembre de 2021, los valores de este rubro discriminado dentro del Índice de Precio al Consumidor (IPC) fueron 36,6% más altos a nivel nacional y 37,3% en el Gran Buenos Aires. En términos interanuales, las subas en alimentos fueron del 53,4% y 51,1%, respectivamente.
En efecto, lo que compartió el colega fue que las tres empresas mencionadas y que más presionan en contra del congelamiento de precios tuvieron facturaciones récord en 2020: $1.745 millones para Molinos; $4.163 millones, Arcor; y $5.205 millones, Ledesma. Como si fuera poco, en los meses que van del año corriente, Molinos ya recaudó $998 millones; Arcor, $8.806 millones; y Ledesma, $735 millones.
Tras esto, a modo de paragón y como compartió Lijalad en su red social, en medio de una incesante inflación y antes del congelamiento, las tres ganaron muchísimo más en el mismo período de tiempo comparado entre 2020 y 2021. Esto es que, por caso , Arcor en seis meses del corriente quintuplicó lo que ganó en igual tiempo durante al año pasado; mientras que Ledesma, en ocho meses, cuadruplicó sus ganancias; y, por último, Molinos consiguió casi $ 100 millones más.
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