Ayelén Arredondo tenía 23 años y estudiaba Derecho en la UNLP, fue asesinada a golpes este sábado en la casa de sus padres en Altos de San Lorenzo, ubicada en 75 entre 21 y 22. Por el asesinato está detenido un remisero, Marcelo Saleh de 55 años. Hablamos con el vecino que lo atrapó.
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Los fines de semana se repetía el mismo viaje y el mismo acuerdo: Saleh, el chofer del remise, los esperaba durante el tiempo que durarara la visita y pasado ese tiempo los volvía a llevar a su casa. Este sábado, mientras los padres visitaban a su hijo en el penal y dejaban las pertenencias en el auto que el asesino manejaba, ya que existe una prohibición de ingresar pertenencias personales a la unidad penitenciaria, el remisero les sustrajo las pertenencias y se dirigió a la casa de la familia. (La riñonera con sus celulares, documentación, un poco de dinero y, lo más importante, las llaves de la casa ubicada en calle 75).
El relato de Emilio un vecino del barrio que tiene una rotisería hace años, se hace esencial en la causa y hablo con InfoCielo. Fue el que vio salir al asesino del domicilio de la familia de Ayelén y quien al parecerle sospechosa la situación lo siguió y atrapó.
Emilio, fue el vecino que vio salir de la casa de Ayelén al remisero con actitud sospechosa y que además le resultó desconocido ya que no era del barrio. Seleh, salía de la casa de Ayelén con una mochila cuando Emilio volvía de traer unos productos de la panadería. Nos contó que él siempre pensó que todo se trataba de Stella, la madre de Ayelén, y que era ella la que estaba recostada cuando pudo ver para adentro de la casa. En estado de shock tras encontrarla en ese estado, salió a buscar al remisero.
“El había dejado su auto en 75 entre 23 y 24, nunca pasó por delante de nuestro negocio. Salí caminando a buscarlo” declaro a este medio Emilio, un vecino de toda la vida. Tras perseguirlo, lo encontró a pocas cuadras en 24 y 75.
Cuando lo alcanzó, nos explicó que le insistía y ” le preguntaba qué hiciste, qué hiciste”, el asesino no respondía, hasta que Emilio se dio cuenta que “cuando giró la cara, en uno de los ojos le vi la sangre, como si estuviese rasguñado”. Llamó inmediatamente al 911 y con otros vecinos lo retuvieron.
Inmediatamente cuando llegó la policía, Emilio volvió a la casa para dar auxilio, de forma desesperada, a quien el creía que era Stella la madre de quien finalmente fue la víctima fatal. Con vecinos empezaron a intentar a abrir la puerta a las patadas, y hasta con martillazos. Entre medio de la desesperación declaró que miró de nuevo por el ventiluz y cuando vio a Ayelén “me agarró una locura, la lastimó mal”. Fue él quien volvió a los policías a advertirles que Ayelén estaba dentro de la casa y que ayudaran a abrir la puerta.
Luego de interceptar al asesino, las autoridades se encontraron con que el asesino tenía: 8.000 pesos y una mochila con precintos, guantes y una barreta de hierro. Asimismo, notaron que tenía rastros de sangre.
Al ingresar a la casa de los Arredondo, los efectivos hallaron a Ayelén muerta sobre el sillón, frente al televisor encendido. Estaba completamente desfigurada e irreconocible. Su familia arribó tiempo después en otro remís, ya que habían quedado a la deriva en Varela.
El remisero fue detenido y quedó a disposición de la UFI Nº 5, a cargo de Juan Menucci, en el marco de la causa caratulada como “homicidio criminis causa”. Emilo, el vecino, declaró todo lo que vio y vivió. El remisero, Saleh, se negó a declarar.
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