Un apagón eléctrico de proporciones gigantescas dejó este lunes a buena parte de Europa en penumbras. Países como Francia, Portugal, Italia, Alemania y Reino Unido reportaron cortes de luz en diferentes regiones, en una situación que todavía genera más preguntas que respuestas
En España, el país más afectado, el caos fue total: miles de usuarios en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia contaron en redes sociales que se quedaron sin suministro, y las autoridades ya pusieron en marcha protocolos de emergencia para tratar de recuperar el servicio.
Ciberataque bajo la lupa
Desde Red Eléctrica Española comunicaron que “se activaron planes de reposición del suministro eléctrico en colaboración con las empresas del sector”, y que “se están analizando las causas” del corte masivo, mientras ponen todos los recursos disponibles para normalizar la situación.
Aunque todavía no hay un diagnóstico oficial, se investiga la posibilidad de un ciberataque como desencadenante del apagón, dada la simultaneidad y extensión de las fallas en distintas redes de interconexión.
La cosa no quedó sólo en España. Usuarios de Portugal, Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Finlandia, Grecia, Irlanda y Alemania también reportaron problemas, aunque de menor gravedad. Hasta el aeropuerto de Lisboa tuvo que operar en condiciones complicadas por la falta de luz.
Servicios digitales también colapsaron
En paralelo, plataformas digitales y servicios de conectividad también sufrieron las consecuencias. El portal Downdetector, que permite ver en tiempo real los cortes de diferentes servicios, mostró caídas o fallos en gigantes como Movistar, Vodafone, WhatsApp, Google, BBVA y hasta Repsol.
La lista es larga: también tuvieron problemas Orange, Iberdrola, X (Twitter), O2, Jazztel, Yoigo, ING, Lowi, Pepephone, Simyo, MásMóvil, Endesa, Naturgy y Caixabank, entre otros.
El impacto no es sólo inmediato: un corte de luz prolongado puede traer dolores de cabeza extra. Los electrodomésticos, sobre todo heladeras, aires acondicionados, televisores y computadoras, son especialmente sensibles a los apagones.
Por ahora, Europa sigue a media máquina, con las autoridades intentando esclarecer qué pasó realmente. No se descarta ninguna hipótesis: desde una falla técnico de escala mayor hasta un ciberataque planificado.
Mientras tanto, en redes sociales, la bronca, la incertidumbre y hasta el humor se mezclan entre los usuarios que, como cada vez más seguido en este mundo ultra conectado, se enteraron primero del apagón a través del celular… antes de quedarse, claro, sin batería.