Definir ligeramente a Estudiantes como un club implicaría una herejía para los más fanáticos pero sobre todo una severa equivocación incluso para la óptica más neutral. Los mensajes que, en el marco de los 120 años de la institución, han ido publicando quienes vieron atravesadas sus vidas por EdeLP, en algún punto certifican que existe una especie de efecto pincha. Uno profundo. Una “historia de amor”, como lo definió Gastón Fernández en un posteo que recibió el guiño de muchísimos ilustres. Entre ellos, Juan Sebastián Verón con un “Buena, Gastón”.
La Gata, símbolo de la Copa Libertadores 2009, campeón años más tarde en el plano doméstico, elaboró una profunda reflexión a través de su cuenta de Instagram. Una en la que, paso a paso, explicó cómo Estudiantes lo fue marcando. Empezando por lo que le ocurrió en 2006, cuando “toda mi generación se revolucionó viendo volver a Juan Sebastián Verón a nuestro fútbol”. Rememorando aquellos meses en los que “verlo regresar (a JSV) en el momento top de su carrera nos hacía a todos los futboleros sentarnos a mirar a Estudiantes, que en un Apertura épico se consagraba campeón”.
Sí: Estudiantes lo marcó siendo un futbolista que empezaba a crecer. Y al que no pudo negarle un sí. “Tenía todo avanzado con otro club para volver a Argentina (en 2008) pero mi representante me decía: ‘Te va a llamar Sebastián, quiere que juegues en Estudiantes’. Le dije: ‘Por favor que no me llame, porque no le voy a poder decir que no y voy a quedar mal’. Y sin dudas quedé mal… pero gracias a ese llamado, mi vida futbolística iba a tomar un camino diferente, con sentimiento y esfuerzo. Si no fuera por Estudiantes de La Plata, difícilmente lo hubiese conseguido”.
Quizás ese haya sido el párrafo más emotivo de su carta por la impecable cita en la que describió el break point que significó para Estudiantes el haber conseguido la Libertadores 2009: “La historia del club estaba escrita, pero faltaba que la vivieran los hijos y los nietos”.
Estudiantes fue escuela, un lugar de privilegio en el que ganó títulos. Pero también en el que aprendió. “La Gata Fernández, el pibe que venía de River que jugaba muy bien. El comentario de la mayoría: le falta sacrificio. Un clásico para el olvido y la sensación de que algo no andaba bien me hicieron replantear ciertas cosas. Pero si hay algo que me caracterizó, fue revelarme ante la adversidad”, recordó Gastón. Profundizando una anécdota con Sabella.
Fernández se retrotrajo al 2009 al hablar de la vuelta de Alejandro Sabella. “Me miró y pensó: vos sos Sabella. Quiso ayudarme a repetir su historia. Ganamos la Libertadores de punta a punta. Mi vínculo era por un año. Me fui campeón de América y como un jugador más completo. Alejandro, sin decírmelo, había cumplido su objetivo. GRACIAS”, planteó, exponiendo cómo Pachorra le cambió su vida. Y su estilo.
Y que por eso eligió volver. Ganar clásicos. Disfrutar la vuelta a UNO. Y poner allí un final a su carrera. “Siento orgullo de defenderte, Estudiantes de La Plata”, lanzó antes de insistir en que “seguiremos escribiendo esta historia de amor”. Él tiene su lugar en ella.
La carta completa de Gastón Fernández
Año 2006, toda mi generación se revolucionaba viendo volver a JSV a nuestro fútbol argentino. Verlo regresar en el top de su carrera nos hacía a todos los futboleros sentarnos a mirar a Estudiantes, que en un torneo épico se consagraba campeón del Apertura.
Año 2008. Tenía todo avanzado con otro club para volver a Argentina pero mi representante me decía: “Te va a llamar Sebastián, quiere que juegues en Estudiantes.” Le dije: “Por favor que no me llame, porque no le voy a poder decir que no y voy a quedar mal.” Sin dudas quedé mal… pero gracias a ese llamado, mi vida futbolística iba a tomar un camino diferente, con sentimiento y esfuerzo. Si no fuera por Estudiantes de La Plata, difícilmente lo hubiese conseguido.
La historia del club estaba escrita, pero faltaba que la vivieran los hijos y los nietos.
La Gata Fernández, el pibe que venía de River que jugaba muy bien. El comentario de la mayoría: le falta sacrificio. Un clásico para el olvido y la sensación de que algo no andaba bien me hicieron replantear ciertas cosas. Pero si hay algo que me caracterizó, fue revelarme ante la adversidad.
Llegaba Alejandro Sabella. Me miró y pensó: vos sos Sabella. Quiso ayudarme a repetir su historia.
Ganamos la Libertadores de punta a punta. Mi vínculo era por un año. Me iba campeón de América ⭐️ y como un jugador más completo.
Alejandro, sin decírmelo, había cumplido su objetivo. GRACIAS.
2010 en adelante, una historia de amor. Campeones 2010 ⭐️, muchos clásicos ganados,el regreso a UNO, y en 2020 decidí terminar mi carrera.
Siento orgullo de defenderte, Estudiantes de La Plata.
Feliz cumpleaños 120. Seguiremos escribiendo esta historia de amor.