Ronnie Scott a sus 104 años podría ser noticia sólo por estar vivo. Pero en este caso a pesar de haber atravesado algunos problemas de salud, fue invitado a La Nación Más, el canal en el que es accionista en las sombras Mauricio Macri, para hablar de su vida como piloto voluntario durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo la trascendencia de la entrevista con el periodista Paulino Rodrígues, no la consiguió por su extenso, interesante y único relato como el último argentino con vida en participar de la conflagración planetaria más dolorosa y sangrienta de la historia.
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El momento de ‘La Nación Más’ que se viralizó en redes fue por otro motivo bien diferente a su extensa existencia.
La razón de su tardía popularidad se debió a una frase en la cual dejó ver su odio ancestral a una de las máximas figuras y emblemas del peronismo: La mismísima Eva Perón, o Evita.
CONTEMPORÁNEO DE ELLA
Un año mayor que la esposa de Perón (Eva nació en 1919 y de seguir viva tendría 103 años), Ronnie Scott mostró que el aparentemente creativo invento de Jorge Lanata, hace unos 10 años, del término “Grieta“, no fue más que un modo de reciclar una animadversión entre sectores antagonistas argentinos que data, mínimamente, desde la aparición del peronismo como fenómeno político disruptivo.
Porque hablando de Eva Perón, como quien se refiere a alguien de quien es contemporáneo, este ex piloto que peleó voluntariamente para el bando de los aliados hace 80 años, sacó a relucir tanto en sus dichos, como en su expresión corporal al mencionarlo, una repulsión incandescente con terminología de la época con la que el antiperonismo se expresaba incluso a favor del cáncer, para desearle la muerte a Eva.
El ex piloto argentino Ronnie Scott (104), que fue voluntario en la Segunda Guerra Mundial, estuvo invitado en “La Nación Más” y destiló todo su inmortal odio hacia la figura de Eva Perón, a quien le llevaría un año de edad.
Con esa saña que nace de las entrañas se expresó el militar de 104 años: “Vos imagínate cada vez que recibo un billete de 100 pesos y veo la cara de una ramera… No puede ser”, lanzó ante la contenida expresión de su entrevistador, quien con un lenguaje gestual claro tapaba su boca con su mano, y prefirió no responder ni refutando, ni advirtiendo la falta de respeto del centenario invitado. “Silencio Stampa” que convalida
UNA PALABRA DESCALIFICANTE DE ESA ÉPOCA
El término “ramera“, que desde hace décadas entró en desuso, refiere ni más ni menos que a una prostituta que tiene sexo a cambio de dinero, y fue uno de los miles de insultos con que el antiperonismo acérrimo hacía referencia permanente a la figura de Eva Perón, por el hecho de tener pasado de actriz, una profesión que en esos años era socialmente degradada y menospreciada, al punto de considerar a las mujeres que se dedicaban a esta disciplina artística como “casquivanas“, o “alegre de cascos“.
Ronnie Scott, al haber vivido su plenitud durante esos años, aún conserva el modo de referirse a Eva Perón que había en la época, y por lo visto, el paso de las décadas, el cambio de siglo y de milenio, no consiguieron mitigar su veneno hacia una expresión popular que combatió (también voluntariamente), por mucho más tiempo del que fue piloto de guerra.
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