“Si venís con una tanga roja, consumís gratis”. Con esa “promoción”, Krapson reabrió sus puertas el último viernes tras haber sido clausurado por el ingreso de menores. El flyer generó un amplio repudio en San Pedro, donde funciona el local nocturno, y sobrepasó los límites de la localidad bonaerense a través de las redes sociales.
Como si fuera poco, la “explicación” del relacionista público del lugar –compartida en la cuenta de Instagram del propio bar– se basó en un compendio de frases misóginas que resultaron iguales o peores que la “oferta”.
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“Quiero felicitar a todas las chicas que salieron a defender a su raza y decirles que no es tan así. Podían llevarla atada en la muñeca o donde fuere”, fue el primero de los argumentos que utilizó Lautaro Monzón.
Y continuó: “Me dio mucha vergüenza porque todos sabemos lo que es una mujer en nuestras vidas. Mi familia está formada por nueve personas, cinco de ellas mujeres, y si las viera mostrando la tanga en un boliche se me caería la cara, porque una mujer no puede rebajarse a tanto”.
difundan a estos machitos @/krapsonbar pic.twitter.com/bARnYbUrWi
— fuck natasha
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