Juan José Mussi, intendente de Berazategui y una de las figuras más veteranas y reconocidas del peronismo bonaerense, anunció que competirá en las elecciones de este año como candidato testimonial y que será la última vez que su nombre aparezca en una boleta.
A los 84 años, con una carrera política de más de medio siglo, el jefe comunal aseguró que su decisión no responde a especulaciones, sino a la convicción de que atraviesa un momento político clave para el país.
“Lo dije claramente: voy a hacer testimonial; no le miento a nadie”, expresó en diálogo con Palabras más, palabras menos por LA CIELO 103.5. Rechazó las críticas que plantean que este tipo de candidaturas engañan al electorado y aseguró que en su caso todo fue dicho de frente a los vecinos: “Yo lo dije antes. Si la gente me vota, sabe que no voy a asumir. No estoy engañando a nadie. Y si no lo aceptan, lo veremos en la elección”.
“No utilizo nada ilegal y además no le miento a la gente. Les digo claramente que es testimonial”. También cuestionó que el debate se centre en este punto cuando, según él, hay prácticas más graves en la política: “Polémico es cuando la gente vota a alguien y después va a un concejo deliberante y se da vuelta; o presenta un proyecto y después vota en contra. Eso está lleno”.
Mussi explicó que esta estrategia busca evitar “confusiones” y diferenciar con nitidez el modelo que defiende frente al que encarna el actual gobierno nacional. “Hay dos modelos: el del presidente y el que encarnamos nosotros, que quede bien claro”, remarcó, cuestionando las políticas de Javier Milei y, en particular, las medidas que considera perjudiciales para los sectores más vulnerables: “No estamos de acuerdo con esta política que está en contra de los discapacitados, de los jubilados, de la salud infantil”.
Última elección y mensaje interno
El anuncio de que esta será su última elección marca un hito en la política de Berazategui. Mussi, que nunca perdió una elección y que ha sido intendente durante décadas, advirtió que se despide con una agenda clara: defender la producción, el trabajo y el comercio local. “Es mi última elección y lo hago porque es un momento muy difícil para el país. La gente sabe que yo defiendo a los comerciantes locales y que no autorizo hipermercados en Berazategui”, afirmó.
En ese sentido, destacó políticas que han sido sello de su gestión, como el programa “Compre en Berazategui” o la promoción de productos “Hecho en Berazategui” en comercios del distrito. “Menos asistencia y más generar actividad para que la gente pueda progresar fruto del trabajo”, sintetizó.
Pero también aprovechó para dejarle un mensaje al peronismo, insistiendo en que el movimiento no puede limitarse a reivindicar derechos. “El peronismo no tiene que hablar solamente de derechos; tiene que hablar de derechos y obligaciones. No quiero que nadie viva de arriba ni que intruse, no es conmigo eso”, sostuvo. Y agregó: “Hay una sola clase de hombres: los que trabajan”.
Mussi volvió sobre su propia historia para fundamentar su postura contra el recorte de la educación superior pública. “Nací en un rancho y gracias al peronismo pude tener un título universitario. Por eso estoy en contra del desfinanciamiento universitario”, enfatizó. Para él, el acceso a la educación fue clave para su progreso personal y es una herramienta irremplazable para el desarrollo del país.
Con tono crítico hacia el actual modelo económico, comparó la situación actual con la “década infame” que precedió al surgimiento del peronismo: “Estamos prácticamente como en la década infame. Hay que resolver la pobreza, la falta de trabajo y la falta de inversión en salud”. En ese marco, cuestionó la dependencia prolongada de los planes sociales: “Los planes deberían ser transitorios con el progreso; después hay que generar otra cosa”.
“Yo soy peronista, no kirchnerista ni albertista”
En la entrevista, Mussi se mostró como un dirigente que, a pesar de su pertenencia histórica al peronismo, no teme marcar diferencias internas. “Yo soy peronista, no kirchnerista ni albertista, y lo digo claramente. Soy tremendamente localista, defiendo a mi gente y a mi industria”, afirmó.
Planteó que el peronismo debe recuperar la centralidad del trabajo como motor social: “Menos asistencia y más generar actividad para que la gente pueda progresar fruto del trabajo”. Y reivindicó la combinación de derechos y obligaciones como eje de un nuevo contrato político con la sociedad.
A modo de balance de su trayectoria, dejó una frase que resume su postura en esta etapa final: “Me arriesgo a que la gente me diga que sí o que me diga que no, pero esta es mi última elección”.