Desde el cierre de listas a esta parte, el intendente de Tigre, Julio Zamora, no pega una. Primero fue noticia por presentarse en tres partidos diferentes; luego por la renuncia masiva de funcionarios de su gestión y ahora por la caída de la candidatura de su esposa Gisela Hortazo -conocida localmente como Gisela Zamora-, que estaba floja de papeles.
Según reconstruyó INFOCIELO a partir de fuentes de la propia Junta Electoral bonaerense, Zamora se inscribió a pesar de que está alcanzada por la ley que limita las reelecciones y que -luego de las “trampitas” introducidas por Cambiemos y de las correcciones que se le realizaron recientemente- tiene efectos a partir de los mandatos iniciados en 2017.
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Zamora fue candidata y elegida en esos comicios y en los de 2021, por lo cual le cabe la inhibición. De hecho, el sistema de carga lo advirtió mediante un mensaje en el momento mismo de inscribir su nombre.
El oficialismo tigrense, que se medirá en las PASO contra una lista encabezada por Malena Galmarini, insistió con la postulación que fue más tarde impugnada por apoderados de La Libertad Avanza, en una situación análoga a la que se presentó antes con Segundo Cernadas, hoy precandidato a intendente por una de las listas de Juntos por el Cambio.
Acorralado, Zamora escenificó una renuncia a instancias de la Junta Electoral de Unión por la Patria en la que se cuidó de explicar los motivos de su renuncia. Ahora es Cecilia Ferreira -funcionaria del área de desarrollo social- la primera candidata a concejal y por tanto la inendenta interina en el caso de que Zamora renuncie o pida licencia.
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