La elección PASO en la provincia de Santa Fe brinda centenares de lecturas de acuerdo al “gusto del consumidor”.
Mientras la gran derrotada fue Patricia Bullrich, por haberse jugado de lleno por su candidata a gobernadora, la periodista Carolina Losada, también los medios corporativos que la sustentan por ser la preferida de Mauricio Macri, accionista del grupo La Nación a través de su señal de noticias, sufrieron un revés descomunal ante el triunfo en la interna de Juntos por el Cambio de Maximiliano Pullaro, a quien hasta pocas horas antes acusaban de tener vinculación con el narcotráfico.
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Sólo observando la señal de noticias del diario La Nación el domingo por la noche, podía notarse como desviaban el foco del recuento de los primarias hacia otra temática, al ver que su predilecta llegaba apenas a la mitad de los cómputos de su rival, con quien aseguró en campaña que no se juntaría en caso de resultar perdedora.
Las espadas televisivas de Juntos por el Cambio en su faceta “halcones”, se vieron en la obligación de “festejar” limitadamente la diferencia de los dos dirigentes del espacio sumados (también adicionando a Mónica Fein) con el peronismo, en cuya interna, mucho menos “sangrienta”, triunfó el ex periodista deportivo Marcelo Lewandowski.
Desde aquel spot de campaña con Patricia Bullrich tomando de la cabeza a Losada en pose de bendición papal, hasta las durísimas acusaciones a Maxi Pullaro, a la postre el gran ganador y candidato a gobernador, todo fue un aquelarre que ahora deberán intentar suturar.
El “Es con Caro” de Mauricio Macri, Ernesto Sanz, María Eugenia Vidal, Alfredo Cornejo, Luis Juez, Fernando Iglesias y tantos dirigentes del sector más extremista, se deberá transformar, en Santa Fe en “es con Maxi”, mirando para otro lado como si lo dicho días atrás fueran pesadillas que nunca sucedieron.
Porque lo único claro es que los santafesinos decidieron jugarse por quien mantuvo un perfil más moderado, evitando la disputa y buscando consensos.
Cercano a Martín Lousteau, y por consiguiente también a Horacio Rodríguez Larreta, Pullaro les asestó un golpe durísimo a los defensores del “todo o nada“, “ellos o nosotros“, y lo que es peor, dentro de su propia interna.
La estrategia de intentar interpretar la decisión popular con la ‘nacionalización del resultado‘ sumando los votos de cada frente interno como si no hubiera habido disputa previa (la táctica que rápidamente sacó a relucir La Nación Más), demostraron la desesperación por no quedar “pegados” a ese vagón de hijos de la derrota que representó Patricia Bullrich.
Después de este traspié desestabilizante para las huestes Bullrichistas, habrá que estar más atentos que nunca para percibir si este resultado provoca un sisma irreconciliable en Juntos por el Cambio (y en los editoriales de su pata mediática, encabezados por Jonatan Viale, Luis Majul y Eduardo Feinmann) , o permite dejar claro que el encolumnamiento será detrás del Jefe de Gobierno porteño, tragándose ese “sapo” que parecía imposible de digerir apenas unos días atrás, o quizás “fingiendo demencia”, como se ha puesto de moda decir para cuando alguien “se hace el otro”.
Las denuncias a Pullaro de narcotraficante dirán que fueron solamente ‘pirotecnia electoral‘.
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