A pesar de las críticas, la ola desreguladora del Gobierno Nacional parece no tener fin. La semana pasada pasó por un paquete de políticas de género y por el SENASA y hoy le tocó a las pequeñas y medianas empresas (pymes). En qué consisten los cambios.
De acuerdo al Decreto 339/25, el presidente de la Nación, Javier Milei, eliminó parte de la Ley 24.467 (de la Pequeña y Mediana Empresa) y parte de la Ley 25.872 (del Programa Nacional de Apoyo al Empresariado Joven). Según se explicó en la norma publicada este martes en el Boletín Oficial, la idea fue “revisar aquellas funciones que puedan ser redundantes o cuya contribución al interés general sea marginal“.
Tras la salida del decreto, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, salió a dar explicaciones. Según contó, los casi 30 artículos que se derogaron tenían “agencias que nuca se desplegaron, programas sin ejecución, capacitaciones irrelevantes, registros inútiles, consorcios de exportación que no tuvieron escala, vínculos forzados entre pymes y grandes empresas, esquemas de certificación de calidad, apoyo tecnológico e internacionalización que no lograron nada y una burocracia costosa”.
En lugar de mejorar o de poner en marcha esas herramientas, el gobierno libertario decidió pasar la motosierra. Según Sturzenegger, esto se debe a que “una política pyme no son programas vacíos ni planes marketineros, se construye con una macro estable, menos trabas, menos impuestos, acceso al crédito y libertad para producir”.