Con una nueva desregulación, el Gobierno Nacional de Javier Milei intenta estrechar su vínculo con el sector agropecuario. Desde el campo vienen reclamando que se reanuden obras hidráulicas para evitar inundaciones y que la baja temporal de las retenciones se extienda. Pidieron A y B, les dieron C.
Concretamente, desde hoy se habilitó la importación de productos veterinarios de países con estándares equivalentes a los de Argentina. A través de la Resolución 333/25, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) implementó un nuevo mecanismo para el ingreso al país de estos bienes que, esperan, sea más rápido y menos costoso.
El organismo sanitario explicó que, a partir de ahora, “se aceptará la documentación técnica y certificaciones aprobadas por las autoridades sanitarias del país de origen, siempre que se ajusten a los requisitos establecidos”. Esto abarca a medicamentos, kits de diagnóstico, vacunas y productos biológicos destinados a uso veterinario.
Tras la oficialización de la medida, el minstro de Economía, Luis Caputo, salió a celebrarla. “Se espera un impacto en la reducción de los costos de productos estratégicos como la vacuna contra la fiebre aftosa“, expresó quien recibe todas las críticas por las retenciones.
Según el funcionario libertario, en Argentina ese fármaco sale 1,20 dólares por dosis, mientras que en países como Paraguay o Uruguay ronda los 0,50 dólares. Con esta desregulación, el Gobierno Nacional busca empujar el precio para abajo y, en última instancia, que afloje el aumento de la carne que se ve en las góndolas. ¿Sucederá?