Después del fallo que impuso la prisión domiciliaria a Cristina Kirchner, el peronismo cambió el destino de la marcha prevista para hoy: no será a Comodoro Py, sino a Plaza de Mayo. La decisión fue tomada durante una reunión clave en la sede del Partido Justicialista (PJ), de la que participaron el Consejo del partido, gobernadores provinciales, como Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Gustavo Melella y Sergio Ziliotto, legisladores y dirigentes sindicales.
La manifestación pejotista está convocada para las 2 de la tarde y busca manifestar el rechazo a la condena judicial que pesa sobre la ex presidenta, así como a la imposibilidad de que se postule nuevamente a cargos públicos. El cambio de escenario genera preocupación adicional en el Gobierno nacional y en las fuerzas de seguridad, ya que la marcha coincidirá con la tradicional movilización de jubilados que cada miércoles tiene lugar en la misma Plaza de Mayo.
Desde el oficialismo aseguran que la movilización se mantendrá como un acto masivo de respaldo político, sin alterar el orden. Pero esa garantía está bajo escrutinio tras una de las condiciones impuestas por el Tribunal Oral Federal 2 a la ex presidenta: no incitar desde su domicilio acciones que perturben la convivencia vecinal. Esto motivó, entre otras cosas, que Cristina no pueda volver a salir al balcón de su departamento en Constitución, como había hecho en días previos, según confirmó la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.
Asimismo, la intendenta de Quilmes aseguró que se trata de “una condena ilegal a una mujer inocente de este país. Y, además, vivimos las consecuencias de un modelo económico que, como vemos todos los miércoles, los jubilados se manifiestan, las universidades sufren un desfinanciamiento, los jubilados no tienen sus medicamentos gratis… así que por muchas razones mañana nos movilizamos a Plaza de Mayo”
“La Justicia actuó prudentemente. Obviamente no estamos conformes con la decisión de la Corte”, afirmó José Mayans, jefe del bloque de senadores de Unión por la Patria, que dejó en claro el eje político de la jornada: la denuncia de una “proscripción” contra Cristina Kirchner. “Queremos una reconsideración del tema para que tenga participación política”, agregó.
También se sumó a la convocatoria la CGT, que decidió acompañar la marcha aunque sin realizar un paro general. El objetivo es consolidar una expresión de fuerza y unidad en rechazo al accionar de la Corte Suprema y en defensa del liderazgo de Cristina Kirchner.
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La jornada de este miércoles se perfila como un nuevo capítulo de tensión entre el kirchnerismo y el Poder Judicial, y obliga a un amplio despliegue operativo por parte de las fuerzas de seguridad nacionales ante la superposición de manifestaciones y la sensibilidad del contexto político.
