Algunos entrarán en el debate de si es o no el centro. Del cúmulo de municipios que se agrupan en el núcleo bonaerense –Tapalqué, Olavarría, Azul o General Alvear-, los y las bolivarenses dirán que su tierra es, efectivamente, el centro de la provincia de Buenos Aires. Desde su fundación en 1878, Bolívar se caracterizó por ser el centro geográfico bonaerense. Hoy, 146 años después, es mucho más que eso. Por ello, te contamos 3 curiosidades que si o si tenés que conocer.
Este sábado 2 de marzo las 38 mil personas que habitan en las tierras que llevan el nombre del histórico Simón Bolívar, saldrán a las calles a celebrar en los múltiples festejos que se realizarán en el municipio.
Sin embargo, cuando el silencio se apodere del municipio, la obsesión con el número 8; la relación extraña con un paraje enigmático cordobés; y la historia que no fue con el trazado ferroviario, permanecerá. Por ese motivo y a modo de homenaje, desde Infocielo descubriremos tres curiosidades que desconocías o, que tal vez, necesitabas refrescar.
Las tres curiosidades secretas de Bolívar
Santos Vega, encargado del archivo histórico municipal de Bolívar, dialogó con este medio y esclareció tres datos desconocidos sobre el entramado, pasado e identidad del municipio.
Una extraña obsesión con el número 8
El tramado de calles, cuadras, plazas y espacios que subyacen a las tierras bolivarenses no son casualidad. Todo fue estratégicamente planeado. Al igual que la ciudad de La Plata, famosa por su simetría y diagonales, Bolívar recibió la influencia del famoso arquitecto Pedro Benoit, de pensadores de la histórica Generación del ’80 pero principalmente del agrimensor Rafael Hernández, hermano de José Hernández, autor del libro Martín Fierro.
Rafael fue el encargado de trazar la trama urbana y en ello se fue su vida: construyó una particular obsesión con el número 8. Detallista y perfeccionista, estableció que “Bolívar sea un cuadrado perfecto de 16 cuadras por 16 cuadras, dividida en cuatro cuadrantes de ocho por ocho, que a su vez están orientadas con los puntos cardinales”, contó Santos Vega.
Aquí radica su obsesión con el número 8, especie particular dentro de este género: “es un número que hoy se utiliza en programación. También tiene algo que ver con la masonería. Parece que Hernández tenía una obsesión con ello”. Hernández tendió 124 chacras perfectamente trazadas y cumplió exactamente con todo lo que le pidieron aunque su final no fue el mejor: “Cuando terminó, no le pagaron en tiempo y forma”.
Un dato de color: Bolívar pasó a ser, en el momento de su fundación, uno de los municipios más progresistas de la época: “Las chacras se repartieron de formas iguales, así fue cómo en un año pasaron a tener de mil a 9 mil habitantes”.
Bolívar y su relación con el Cerro Uritorco
Según Santos Vega, Bolívar es un municipio que nace junto a otros partidos. En ello que fue la conocida “Campaña del desierto” de Julio Argentino Roca, nacieron diferentes localidades bonaerenses que durante los años posteriores se esforzaron por encontrar su identidad.
Lo que caracterizó a Bolívar fue su pueblo, su gente: “Siempre ha tenido personalidades, referencialidades, personajes insólitos”. Uno de ellos fue Orfelio Ulises Herrera, uno de los propulsores de la fama internacional del Cerro Uritorco, Córdoba.
Herrera nació en 1890 en Bolívar pero halló su fama años después y en otro paraje: se cree que en la falda del Uritorco -montaña enigmática por sus creencias sobre energías y relación con alienígenas-, Herrera encontró un cilindro de piedra, el famoso Bastón de Mando de los indios comechingones, un símbolo de poder que trasciende las culturas y las generaciones.
Aunque no hay muchas precisiones sobre sus primeros años de vida y cómo se llevó a cabo su educación, el Archivo Histórico Municipal arroja claridad: “Es bastante posible que Orfelio fuera alumno de la escuela Nº 1 Domingo Faustino Sarmiento de Bolívar, pero este dato no lo tenemos confirmado con documentación. Lo que si sabemos, es que sus abuelos paternos y maternos tenían propiedades y residían en la planta urbana de Bolívar”.
Además, el sitio histórico describe: “quedaran para otros estudiosos que saben más sobre Orfelio y lo que fue de él, aunque sabemos (por ellos) que en la segunda década del siglo XX viajo al Tíbet, y allí residió con los monjes por 8 años en los monasterios tibetanos, luego volvió a América (México, Perú, Chile) y por fin a Córdoba, Argentina”.
La independencia con el trazado ferroviario
Quizás este dato es el menos enigmático pero el que mayor orgullo genera en los y las bolivarenses. Según el acérrimo empleado del archivo municipal, “Bolívar no se funda como el resto de las localidades: no fue por la llegada del tren, ya estaba de antes”.
La inauguración de la estación de tren -suspendida desde el 2012- de Bolívar fue en 1898, veinte años después de la fundación. A ello, Santos insiste: “No es uno de los clásicos pueblos que nació de los ferrocarriles y su importancia para la conexión con la capital”.
Finalmente, concluyó: “Bolívar ya era un pueblo hecho y derecho”.