La ciudad de Chascomús se levanta sobre la margen noroeste de la laguna del mismo nombre. Además de la pesca y los deportes acuáticos, el espejo de agua, de unos 30 kilómetros cuadrados, guarda un secreto muy particular.
Se trata, ni más ni menos, del espectáculo de luces y sombras que da el sol cuando se pone de lado de Vitel o detrás del Monte Brown. Los atardeceres chascomunenses no figuran entre las primeras atracciones de la ciudad, pero de a poco se ganan su lugar en las redes sociales. Incluso hay perfiles que los recopilan y difunden.
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