Nordelta, ese enclave de lujo, carpinchos, exclusividad y countrys bien cerrados en el norte bonaerense, tiene ahora su nueva voz oficial del escándalo: La Chusma de Nordelta. Así se hace llamar esta figura que, con su desparpajo, viene revolucionando las redes sociales, revelando los secretos mejor guardados de los millonarios locales.
En su último capítulo de algo que podría titularse “chismes exclusivos para plebeyos”, desató carcajadas, suspicacias y algo de incomodidad al desenmascarar la ‘estrategia dominical’ del clásico amante pirata de country.
El atrapante relato de la llamada “Chusma de Nordelta”
El plan maestro del pirata country
En su desopilante video, que se volvió viral en cuestión de horas, “la Chusma” narró con lujo de detalles una maniobra tan elaborada como infiel:
“¿Tenían la del domingo a la mañana del supermercado? Él le dice a ella: ‘Gordi, descongelá la carne así hacemos un asadito al mediodía. Yo voy al súper, ¿te parece?'”
Lo que ella no sabe es que el “súper” es un código secreto para un turno de dos horas en un hotel alojamiento con la amante de turno. Pero el pirata no es ningún improvisado. Según la Chusma, este tipo ya fue al supermercado el sábado a la tarde, compró los vinos, salamines y demás provisiones para la previa del asado del día siguiente, y los dejó bien guardaditos en el baúl del auto. Así, el domingo por la mañana no le queda más que un escape estratégico directo al “telo”.
Escena digna de novela de la tarde
La Chusma, con una voz que mezcla ironía y un guiño pícaro, recreó el regreso triunfal del susodicho a su casa:
“Vuelve a casa con las bolsitas del supermercado, aunque en realidad viene de otro lugar. Mientras la mujer descongeló la carne y preparó todo, él saca las cositas como si nada hubiera pasado. Todo felices, y se arma el asadito… pero ojo, porque el salamín y el vinito tienen otra historia detrás.”
La narrativa logró que hasta los más escépticos se detuvieran a pensar si no conocían a alguien que encajase en esta descripción. Lo más impactante es la precisión: horarios, excusas y hasta la elección de productos no perecederos. La Chusma de Nordelta conoce los movimientos de la élite como si los hubiera planeado ella misma, lo que, naturalmente, dio pie a comentarios malintencionados.
“¡Yo no era!”: La defensa de la Chusma
Ante la avalancha de mensajes que la acusaron de revelar su propia historia, la Chusma fue categórica:
“No sigan con que esa era yo, porque jamás haría algo así. ¡Menos un domingo a la mañana! No me levanto temprano y menos para tener sexo, así que no se hagan los rulos.”
Con su tono sarcástico y su habilidad para el drama, dejó claro que su rol es el de revelar secretos ajenos, no ser protagonista de ellos.
El clasismo según la Chusma
Este relato, además de divertido, también expone algo que la Chusma subraya con acidez: las diferencias en las costumbres entre quienes viven en Nordelta y el resto de los mortales.
En su mundo, los escándalos son más pulidos, las excusas más elaboradas, pero al final, los comportamientos no dejan de ser humanos: engaños, mentiras y un asadito para camuflarlo todo.
La Chusma no solo hace reír; también recuerda que, aunque Nordelta esté rodeada de lagunas artificiales y casas de millones de dólares, las pasiones y trampas no distinguen clases sociales. Y mientras los piratas de country siguen perfeccionando sus tácticas, ella promete seguir revelando secretos bien guardados.
Por ahora, no queda más que prepararse para el próximo episodio de esta telenovela nordelteña que, si algo queda claro, tiene más revelaciones inesperadas que un culebrón mexicano.