Tras la masiva despedida y funeral del papa Francisco, los cardenales se reunieron este lunes en el Vaticano para definir la fecha del cónclave que elegirá al próximo pontífice. En esa congregación —que duró unas dos horas—, acordaron que el proceso arranque el miércoles 7 de mayo.
Matteo Bruni, portavoz de la Santa Sede, confirmó que ese día por la mañana se celebrará la misa “Pro eligiendo pontífice” en San Pedro. Por la tarde, los electores menores de 80 años prestarán juramento dentro de la Capilla Sixtina, convertida en sala de votación tras el cierre temporal del Museo Vaticano.
Más de un centenar de cardenales participaron de la congregación, en la que 20 purpurados expusieron sus visiones sobre los desafíos de la Iglesia y las cualidades que debe reunir el nuevo Papa. Entre los oradores figuraron el arzobispo de Múnich y Freising, Reinhard Marx; el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Luis Antonio Tagle; y el Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, Dominique Mamberti.
¿Cuándo será la fumata blanca?
Una vez reunidos para la elección, los cardenales se encerrarán en “la Casa” del Vaticano en voto secreto, un procedimiento que puede prolongarse varios días hasta lograr la mayoría cualificada. Durante ese lapso, los purpurados no pueden dejar el lugar ni comuicarse con nadie. Las rondas de votación son secretas y se pueden realizar hasta cuatro escrutinios diarios; la última vez el proceso se extendió durante cuatro días.
A partir del 7 de mayo que comienza la votación, 1.400 millones de católicos de todo el mundo estarán expectantes a la señal del humo que emana de la chimenea de la Capilla Sixtina. La fumata blanca señalará la elección del nuevo Papa y quiere decir que el mismo fue elegido por al menos dos tercios de los cardenales. En tanto que el humo negro se produce cuando no se alcanza dicha mayoría, siempre se produce justo al finalizar cada ronda de votación en la Capilla Sixtina.
En la práctica, queman las papeletas en la que los purpurados anotaron su voto con un aditivo que tiñe el humo de negro o de blanco para comunicar que esa votación fue infructuosa. El Vaticano las menciona como “fumata nera” o “fumata bianca”.