Con el objetivo de indagar en los efectos que la contaminación con plásticos tiene en costas y plataformas marinas, un grupo de investigadores de CONICET revelaron un dato preocupante, que es la primera evidencia de contaminación por microplásticos en el pingüino de Magallanes.
Este martes 11 de abril, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) anunció que se hallaron “principalmente polipropileno y poliéster, que llegan a los océanos por acción humana”. En este sentido, agregaron que “según señalaron los expertos, en la totalidad de las aves estudiadas, las micropartículas representaron el 91% de los desechos hallados, el 97% de las cuales fueron fibras de origen antrópico, es decir procedentes de la actividad humana”.
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De este modo, señalaron, más del 62 % del total de las partículas resultaron ser de origen plástico, siendo el polipropileno y el poliéster los más abundantes. “También se encontraron fibras celulósicas semisintéticas, partículas metálicas y pigmentos utilizados en las industrias textiles y plásticas”, detalla el informe.
Se trata de la primera evidencia de ingesta de plásticos en la especie conocido como pingüinos de Magallanes. Dicha ingesta es indirecta debido a la selectividad de su dieta: “Si bien no tenemos una comprobación directa, muy probablemente lo que encontramos sea portado por sus presas, es decir que ellos están comiendo peces que a su vez ya habían comido antes estos plásticos”, explicó Andrés Arias, investigador del CONICET en el IADO y autor del estudio.
“Este estudio nos permite postular a este pingüino como un buen bioindicador de lo que está pasando en el agua, del status de los niveles de contaminación que tiene”, señaló Arias y agregó: “La evidencia nos dice que la principal fuente de esta contaminación es el ser humano, ya sea a través de las aguas residuales urbanas o la actividad pesquera”.
¿Dónde viven los pingüinos de Magallanes?
El 80% de la población mundial de los Pingüinos de Magallanes, cuyo nombre científico es Spheniscus magellanicus, habita en Argentina. Y es Punta Tombo, en la provincia de Chubut, la reserva que más cantidad de pingüinos alberga.
Conocida también como pingüino patagónico, esta especie de las 18 que hay en el mundo, también habita en menor cantidad en las costas chilenas, y nidifican en las Islas Malvinas. En invierno migran hacia el sudeste de Brasil y las aguas de Uruguay.
En esta línea, el investigador Arias sostuvo: “Quizás, el hecho de que sea una especie carismática la que está siendo afectada contribuya a una mayor sensibilización o conciencia ambiental de todas las partes involucradas en la ruta del plástico hacia los océanos: desde la industria petroquímica hasta los usuarios finales”.
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