El presidente Mauricio Macri se prepara para recibir a la titular del FMI, Christine Lagarde, en la Residencia de Olivos, junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de hacienda, Nicolás Dujovne; y el titular del Banco Central, Luis Caputo.
La titular del Fondo Monetario Internacional llega al país para mantener reuniones en el marco del G-20 mientras que diversos sectores adelantaron que no reconocerán el acuerdo firmado con Argentina, y su arribo es rechazado por múltiples sectores que ya hicieron sentir su descontento.
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Lagarde llega con el primer subdirector del FMI, David Lipton; el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner; y el jefe de la Misión para la Argentina, Roberto Cardarelli.
Es que el sábado a las 9:30 el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne brindará una conferencia de prensa junto a Lagarde en el centro de Exposiciones y Convenciones de Buenos Aires (CEC), escenario de la cumbre de Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales del G20 el domingo a las 15:15.
La llegada del FMI al país generó escozor en diversos sectores que ya se proclamaron en contra de la visita. Los movimientos sociales del denominado “triunvirato piquetero”, compuesto por Barrios de Pie, la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista y Combativa, adelantaron que marcharán en contra del FMI. Al mismo tiempo, un amplio arco opositor presentó una carta para mostrar el repudio a la entidad internacional.
En el escrito señalan que “dicho acuerdo es rechazado por la mayoría de la sociedad argentina, la oposición política con representación parlamentaria mayoritaria y casi la totalidad de las organizaciones sociales y políticas del país. Es decir, a excepción del Gobierno, no hay quien apoye este acuerdo”.
Además agregan que “según el artículo 75 de nuestra la Constitución Nacional ‘corresponde al Congreso contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación y arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación’. El Presidente, sin embargo, basándose en ciertas interpretaciones legales, desoyó este reclamo y se negó a someterlo a un Congreso Nacional que sin duda lo rechazaría. Tampoco accedió a aplicar otros mecanismos participativos como la consulta popular o referéndum frente a una decisión de vital trascendencia para el futuro de nuestro país”.
Luego indica que “queremos trasmitirle objeciones al uso que hará el gobierno de los créditos concedidos. La aplicación de los fondos en estos días contradice claramente no sólo la búsqueda del desarrollo humano integral en la Argentina sino los preceptos y objetivos del FMI”.
“Le solicitamos que en su carácter de Directora Gerente transmita al Directorio que este acuerdo entre el Organismo y el Poder Ejecutivo no cuenta con legitimidad jurídica, política ni social; que los fondos comprometidos se utilizarán de manera claramente fraudulenta en perjuicio del país; que el programa económico impuesto producirá una catástrofe social; y que, por lo expuesto, ante un cambio de gobierno, será puesto en crisis”, concluye.
La carta está firmada por dos de los triunviros de la CGT, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid, el camionero Pablo Moyano, los secretarios generales de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli; el titular de SUTEBA, Roberto Baradel. Además por las referentes de organismos de derechos humanos, Estela de Carlotto y Nora Cortiñas, y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
También apoyan los legisladores Felipe Solá, Facundo Moyano, Daniel Arroyo; Victoria Donda, la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, el jefe comunal de Villa Gésell Gustavo Barrera, el defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Ancona, la ex ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, entre otros.
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