El presidente Alberto Fernández presentó este miércoles en Lomas de Zamora, la culminación del Plan de Infraestructura Penitenciaria Provincial 2020 con la inauguración de 11 obras en cárceles bonaerenses. Durante el acto inaugural del hospital penitenciario de la Unidad 58, marcó la diferencia “ética” con los sectores que reclaman “mano dura”.
Durante el acto, se inauguraron 11 obras para cárceles bonaerenses, que agregarán 840 nuevas plazas a las instalaciones penitenciarias de la provincia y que implicaron una inversión de 800 millones de pesos. Las mismas incluyen seis unidades de ampliaciones y cinco nuevos hospitales penitenciarios.
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Además, se realizó la presentación del Programa de Infraestructura Penitenciaria Bonaerense 2021-2022, que contará con fondos nacionales y provinciales y que prevé la construcción de 10 mil plazas nuevas y 10 hospitales penitenciarios. El gobierno provincial firmará también una serie de convenios con 22 intendencias para la puesta en marcha del programa “Más trabajo, menos reincidencia”.
En el comienzo de su alocución, Alberto Fernández manifestó su preocupación por el rebrote de Coronavirus: “Cuando creíamos que el problema se encaminaba a solucionarse, aparece una cepa nueva en Europa y todo parece volver a empezar, la misma pesadilla, y así, en esa realidad, en ese contexto tenemos que hacernos cargo de Argentina y lo hacemos muy convencidos sabiendo que nuestra primera prioridad es cuidar la salud de los argentinos”, pero también remarcó: “argentinos somos todos, también los que están internados cumpliendo una condena”.
Por eso, resaltó que “a nadie se lo recupera socialmente en un lugar de marginalidad, donde se lo segrega, se lo discrimina, se lo abandona, en un lugar donde no se le da de comer, done no se lo cura. Nadie en esas condiciones puede tener vocación y motivación de reinsertarse en la sociedad”, y siguió: “Muchos de nuestros adversarios dicen ´mano dura y que se pudran en la cárcel´, nosotros decimos ´justicia, que cumplan la condena y que vuelvan a la sociedad´.”
En este punto fue incisivo: “Eso es una diferencia ética que tenemos nosotros con ellos. No es un problema de mano dura, de sumirlos en la indignidad del encierro y carencias, es entender que estamos en una sociedad muy desigual que muchas veces lleva a la desesperación que conduce al delito como única salida y eso tenemos que corregirlo”.
Por último, Alberto Fernández llamó a la reflexión preguntando “¿a qué normalidad queremos volver?”, y completó: “A esa donde 15 mil personas hacen huelga de hambre porque no le dan comida no quiero volver más, a esta realidad donde hacinan seres humanos no quiero volver más. Quiero crea otra normalidad desde la ética que tenemos, la que nos dice que todos somos seres humanos y aun en el castigo hay que ser tratados dignamente. La pandemia nos da la oportunidad de empezar de nuevo”.
A su turno, el gobernador Kicillof recordó: “Asumimos con 15.000 internos en huelga de hambre, así empezó este gobierno. Hay problemas que son estructurales y complejos, una cosa es no solucionarlos y otra es generar otros y peores. Era porque no se les pagaba a los proveedores y obviamente que hay condiciones inhumanas de vida en nuestras cárceles”.
“Un día hay que empezar a caminar la vía de la solución definitiva y de fondo de los problemas más grandes de la provincia”, finalizó.
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