La Comisaría 8A de Villa Lugano, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue protagonista de un escándalo que si bien se descubrió a fines de 2023, hasta ahora no había trascendido. Casi 50 gramos de cocaína secuestrada por órdenes judiciales desaparecieron de manera misteriosa.
Ese día un oficial le requirió al policía a cargo del depósito judicial la droga secuestrada tal cual lo pedía la Justicia federal en el marco de una causa por narcotráfico. La droga había sido incautada y guardada allí, unos 46.186 gramos de cocaína divididos en 410 envoltorios.
Pero los días pasaron y notaron del policía a cargo del depósito judicial una evasiva ante el pedido. Incluso, notaron que se había tomado unos días de licencia y que luego le emitieron un certificado por dos semanas a raíz de una “crisis de angustia”.
El comisario reclama la cocaína y no aparecía. Ante la orden es que se contacto telefónicamente al policía que tenía a cargo la custodia de lo secuestrado. La respuesta fue aún más llamativa pues el policía dijo que tenía algún problema de adicciones y que estaba tratando de recuperarse.
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El comisario a cargo de la dependencia fue el que realizó la denuncia judicial y se abrió una investigación que lleva adelante la fiscal penal y contravencional Celsa Ramírez. En tanto, el policía bajo sospecha del depósito judicial ya fue dado de baja en tanto que el comisario y una principal derivados a distintas reparticiones con un sumario abierto.
Lo más llamativo es que inicialmente eran 46 gramos pero cuando surgió el problema se ingresó al depósito judicial y se descubrió que 36 sumarios tenían los sobres abiertos, en algunos casos con el faltante total de la droga y en otros parcialmente.