Aylén Romachuk no se imagina una vida sin el deporte como un eje central: empezó haciendo patín artístico desde muy chica hasta que, a los 13 años, optó por el taekwondo. En esta última disciplina fue campeona nacional, sudamericana y panamericana representando a la Selección Nacional. Hoy en día, retirada de la competencia, la taekwondista oriunda del partido de Almirante Brown busca abrirse camino como relatora de fútbol en un ámbito dominado por la cosmovisión masculina.
Aylén es una de las 16 concursantes de “Relatoras Argentinas”, el certamen de la TV Pública que busca a la mejor relatora de fútbol de todo el país. Según explicaron desde el canal, el programa conducido por Mariano Peluffo, que se emite de martes a viernes a las 22.00 y los domingos a las 21.00, tiene como propósito promover “la igualdad de oportunidades” en una profesión hegemonizada históricamente por hombres.
Las aspirantes de distintas partes del país compiten en la “Liga de relatoras”, que está dividida en dos zonas de 8 participantes. En cada jornada, las participantes deben narrar distintas jugadas y luego reciben una devolución y una puntuación por parte del jurado, integrado por Viviana Vila, Miguel “Tití” Fernandez y Walter Nelson.
“Esté arriba de la tabla o en el medio, yo quiero ganar, ganar mi lugar como relatora y llevar al profesionalismo esta faceta que encontré en mí”, dice Romachuk en diálogo con INFOCIELO y confiesa: “empecé a relatar recién cuando entré a Relatoras, nunca antes lo había hecho”.
UN COMBATE CONTRA LOS PREJUICIOS Y ESTEREOTIPOS DE GÉNERO
Aylén Romachuk quería ser relatora, pero no sabía que podía hacerlo: si bien disfrutaba realizando intervenciones como comentarista en algunas transmisiones o haciendo la crónica de algún partido, cada vez que miraba fútbol en televisión, las voces que gritaban los goles eran siempre masculinas.
“Nunca se me había ocurrido subir un escalón más a lo que hacía y relatar. Era algo que no se me representaba, algo de la estratósfera para mí”, describe la deportista browniana que, alentada por Federico, su pareja, se animó a inscribirse al casting de Relatoras Argentinas: “Cuando me confirman que quedé, quise ir por más y hablé con Cadena Tricolor, que es el medio oficial de Brown de Adrogué para consultarles si me podía incorporar al menos a hacer campo de juego y así agilizar un poco la vista. Me dijeron que sí y así empecé a cubrir los partidos de visitante. Hoy llevo 5 partidos en cancha y estoy super contenta”.
A pesar de su buen presente en el reality de la TV Pública, donde demuestra jornada tras jornada su crecimiento como relatora, no fue fácil para la taekwondista tomar la decisión de inscribirse, enfrentándose a los prejuicios y a sus propios temores.
“El fútbol me gustaba, pero en mi casa estaba relegado por el hecho de ser mujer. Mi papá me decía ‘el fútbol para las chicas. no’”, cuenta Aylén y revela: “Me anoté sin que él supiera”.
Para ejercitar la narración de distintas jugadas, recurría a su hermano de 12 años, que se convirtió en su coach del relato en los momentos que compartían mientras ella lo llevaba en auto al club . “Yo tenía miedo a las críticas, no de mi papá, sino a las críticas en general, entonces practicaba con mi hermanito, que no está contaminado por los medios de comunicación, y es más puro lo que te puede decir”, señala Romachuk.
Poco tiempo antes de que le tocara debutar en Relatoras, le comentó a su padre sobre el desafío en el que se había embarcado. “Se quedó helado. Me decía ‘¿Vas a poder?, ¿Vas a saber?’ Yo le contesté ‘ay papá, soy periodista, voy a poder’”, recuerda, la ex atleta y actual instructora de artes marciales y asegura: “Cuando me vio relatar se quedó sorprendido porque no me conocía con esa faceta y yo tampoco la conocía. Ahora hasta mira los partidos de Boca conmigo, que era algo que antes él no quería porque pensaba que a mí no me gustaba”.
“Tanto mi papá como las personas de esa edad, hoy se están deconstruyendo y les cuesta un montón, pero la generación actual es la que tiene que acompañar esa deconstrucción”, considera Romachuk.
LA EMOCIONANTE HISTORIA CON MARADONA
A lo largo de su destacada carrera dentro del Taekwondo, Aylén Romachuk tuvo incontables momentos de alegría: desde que se inició en ese deporte con tan solo 13 años hasta el momento en el que decidió retirarse de la actividad en 2020, la taekwondista fue campeona nacional, sudamericana, panamericana y obtuvo doble medalla de bronce en la Copa del Mundo 2012.
Sin embargo, fue el 20 de julio de 2016 cuando sintió que tocó el cielo con las manos. Ese día conoció en persona a Diego Maradona, el “Señor 10”. ¿Cómo se dio ese encuentro? Dos días antes de esa fecha, un lunes, Aylén se había puesto en contacto con Héctor Enrique, exjugador y amigo de Diego, para hacerle una entrevista en el marco de la inauguración de un complejo de canchas que “el negro” había abierto en Adrogué. “Yo tenía en el perfil de mi WhatsApp una foto con unas medallas y la bandera argentina, entonces el Negro Enrique me preguntó a qué me dedicaba y por qué tenía esas medallas. Cuando le conté que eran por la Copa del Mundo de Inglaterra, que era doble bronce y que estaba en la Selección Argentina; me invitó a las canchas”, describe la actual coordinadora del área de Prensa de la Confederación Argentina de Taekwondo y de la Federación de Taekwondo Bonaerense.
El intercambio de mensajes terminó con el compromiso asumido por parte de Aylén de que iría en algún momento a conocer las canchas, pero todo quedó en stand by hasta que el miércoles de esa misma semana recibió una nueva llamada del Negro Enrique. “Me dijo ‘venite ya a las canchas que está el Diego y te quiere conocer’. Yo no lo podía creer”, cuenta la instructora de taekwondo, que temblaba de los nervios.
Al bajar del auto en el complejo de canchas, se topó con dos patovicas que le impidieron el paso hasta que se escuchó un pedido a viva voz desde el interior del lugar: “Dejala pasar, dejala pasar”.
Cuando el vallado humano se abrió, del otro lado apareció Héctor Enrique, que le dio la bienvenida y le indicó que fuera a saludar a Maradona. “Le di la mano y le dije ‘hola, Diego Armando, Soy Aylén Romachuk’, él me preguntó cómo estaba y me dijo ‘me hablaron de vos, que estás en la Selección y que fuiste a un Mundial’”, relata la protagonista del increíble momento, que en aquella ocasión estaba juntando plata a través de rifas con la ilusión de poder viajar al Mundial de Taekwondo que se hacía ese mismo año en Hungría, “Mientras le comentaba que estaba ahorrando para el viaje, me dijo ‘quedate tranquila que yo te voy a ayudar’. Yo me quedé helada”
Además, según menciona Aylén, Diego le manifestó su apoyo y le dedicó unas palabras de aliento: “Me dijo ‘lo más importante es que vos dejes todo y transpires la camiseta sin importar el resultado”.
SUEÑOS MUNDIALISTAS
Si bien su sueño de conseguir una medalla de oro en un Mundial de Taekwondo no se pudo dar, ahora Aylén Romachuk fantasea con una nueva meta mundialista, aunque esta vez con otro deporte y ya no como deportista, sino como relatora: “Siempre quise ser campeona del mundo, pero dejé esa medalla deportiva y ahora voy por otro mundial, el de fútbol. Quiero relatar el mundial en el que Messi nos traiga la copa”, expresa con emoción .