Joaquín de la Torre lo intentó de nuevo pero esta vez fue sin éxito: El senador bonaerense, a quien se lo conoce por sus habituales “panquequedas” para sobrevivir en el ecosistema político, quedó marginado de las nóminas de “Somos Buenos Aires”.
El dirigente que supo abrazarse con Amado Boudou, con Sergio Massa, con María Eugenia Vidal, con Miguel Ángel Pichetto y con Javier Milei, había preparado el terreno para obtener un lugar preponderante en las nóminas de la primera sección electoral pero no convenció a los radicales y Julio Zamora, quienes se quedaron con los mejores lugares.
Luego de romper con La Libertad Avanza, De la Torre había participado activamente de las reuniones y actividades junto al grupo de intendentes peronistas díscolos y vecinalistas que se aliaron con la UCR, Facundo Manes y otros espacios políticos “por fuera de los extremos” y se mostraba confiado en poder obtener un lugar preponderante para sí o los suyos.
Pero la desconfianza hacia su comportamiento y los nuevos coqueteos con LLA lo excluyeron de la incipiente sociedad política.
Marginado, Joaquín de la Torre se refugia en San Miguel
Ante el escenario político desfavorable, Joaquín de la Torre decidió presentar una boleta corta en su pago chico, San Miguel, junto al intendente Jaime Méndez, con el fin de sostener el control del deliberativo.
Bajo el sello Primero San Miguel, llevará como primer candidato a concejal a Héctor Calvente.
En paralelo, de la Torre logró que los libertarios referenciados en Agustín Romo– el padre del dirigente de Las Fuerzas del Cielo es uno de los concejales de San Miguel- estén alineados a los intereses del municipio y voten las principales ordenanzas que envía el Ejecutivo local.