La desaparición de Maia Beloso, la niña de 7 años oriunda de Villa Lugano, cobró relevancia nacional luego de que se mediatizara. La búsqueda de la pequeña actualmente se extendió a la provincia de Buenos Aires ya que Ituzaingó es el último lugar en el que las cámaras de seguridad la captaron junto a su presunto captor, Carlos Savanz.
Se extendió la “Alerta Sofía”, figura que se instaló tras la desaparición de Sofía en 2009 en la Patagonía. Esto puso a trabajar a todos los dispositivos estatales, que están en búsqueda de la niña, que al momento lleva dos días desaparecida.
Pero la historia de Maia es también la historia de una familia en situación de calle, que vive en una carpa en Villa Lugano, adonde las políticas estatales y sociales no suelen llegar.
Para responder a esto, Claudia Enrich, coordinadora de Cuidad sin Techo, organización social que trabaja con personas en situación de calle, se expresó esta mañana al aire de Feudale Café, La Cielo FM 103.5.
La trabajadora social explicó que en CABA, como en muchas ciudades del mundo, viven muchas familias que se encuentran en situación de calle. En general, y pese a que existen algunos programas de asistencia, estas personas viven en la marginalidad. No están reconocidas por el estado, no acceden a un Documento Nacional de Identidad, a la salud y tampoco son escolarizadas.
Esto se debe a que la forma de abordar a las personas en situación de calle cuando llegan a una institución, que puede ser una escuela, un hospital, o una comisaría, suele ser punitiva. La Coordinadora de Ciudad sin Techo ejemplificó con “una niña que vivió toda su vida en la calle”, que no suele estar escolarizada y por ende nunca pudo acceder a la educación sexual.
Esas niñas, explicó, quedan embarazadas muy pronto pero no acuden a la salud pública porque en los hospitales muchas veces en lugar de actuar para reparar las exclusiones a los derechos de la niña embarazada, se procede a quitarle al recién nacido o la recién nacida. “Hay un abordaje que no es el adecuado, se sacan los niños” opinó Claudia. De la misma manera estas personas no cuentan con un domicilio para declarar, por lo que nunca se respeta su derecho a la identidad con un Documento Nacional de Identidad.
El caso de Maia invita a pensar en esta realidad de una forma compleja. Enrich explicó que cuando una persona crece en situación de calle lo hace “bajo esa estigmatización de la sociedad que te invisibiliza, te hace a un lado y no te permite crecer ni te permite incluirte”.
A la madre de la niña, por ejemplo, no le tomaron la denuncia en primera instancia porque no tenía un documento , según detalló la experta en la entrevista. “De repente Maia como muchas de las niñas no tienen documento, si no tenés documento no tenés derecho a la educación, no tenés derecho a la salud, no tenés derecho a nada” expresó Claudia.