Por alguna extraña razón cada tanto se viralizan consejos, que para algunos son archiconocidos, y para otros son novedades absolutas (y revolucionarias). Así está sucediendo por estas horas con una recomendación o “truco” tan sencillo como provocador de asombro en los usuarios de la plataforma de videos online más famosa del mundo, con 16 años de historia: Youtube.
El sitio que naciera como una idea para compartir videos entre amigos, se transformó rápidamente en un éxito masivo que se esparció mundialmente y, luego de algunos pocos años fue adquirido por el gigante “Google”.
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Desde allí su performance mejoró. Se incrementaron aún mas sus contenidos. Se incorporó y se integró a la pléyade de aplicaciones y software de la compañía, y sumó muchos más millones de usuarios.
Con ello llegaron algunas “incomodidades” para quienes la utilizaban desde antes y tuvieron que asistir al método de comercialización que propiciara el retorno económico a sus inversores y que iba minando la paciencia de todos con cada vez más y más y más publicidad invasiva en los videos.
Desde ya que Google hizo lo esperado y creó un nicho de consumidores “VIP” que pudieran esquivar estas molestas interrupciones cada vez más frecuentes, simplemente abonando una membresía mensual a un sistema llamado “Premium”.
El problema para los habitantes de países como el nuestro, con monedas devaluadas, es que por pequeña que sea la suma de dinero mensual que los sitios estadounidenses o europeos pidan a cambio, ese valor traducido a dólares y sumando los impuestos por ser dinero “que va al exterior” aunque sean 3, 4, 5, o 10 dólares, se convierten en una suscripción demasiado elevada que hace imposible para la mayoría de usuarios argentinos de Youtube, o cualquier sitio “de pago”, inscribirse como Premium o VIP.
YouTube suele mostrar publicidad en los vídeos (antes, durante y al final la reproducción) de los creadores que logran cumplir con las condiciones de su programa de partners o “socios”, y pueden así, monetizar sus vídeos.
La novedad viralizada desde hace algunas horas y que algunos “elegidos” cancherean con conocerla desde “hace rato”, es la que indica que con una pequeña modificación de la URL (la dirección específica del video popularmente denominado como el “link” de YouTube), se pueden eliminar los anuncios de los vídeos.
Si bien esta modificación descripta no da acceso a contenidos exclusivos, series, películas, algunas de ellas producidas por el propio YouTube como si fuese un Netflix pero a menor escala, sí permite eliminar los “molestos avisos publicitarios”, que últimamente muchas veces son 2 consecutivos previo a la reproducción del video que se quiere observar.
Se ha descubierto que si se quiere disfrutar los videos de YouTube sin publicidad no es necesario pagar.
Un usuario de Reddit publicó hace un tiempo ya un “truco” muy sencillo y que, por el momento, está activo, y que permite eliminar la publicidad de cualquier contenido en la plataforma de videos propiedad de Google, dato que se esparció, al menos en Argentina, en las últimas horas .
Lo único que hay que hacer es añadir un punto en la URL del vídeo, justo detrás del .com.
Es decir, si queremos ver el vídeo https://www.youtube.com/nombredelvideo tendríamos que poner https://www.youtube.com./nombredelvideo en el navegador de la computadora y así conseguiríamos que no se mostrasen las publicidades.
Al ser un truco escondido es obvio que se trata de una práctica no aprobada por YouTube ni lanzada de manera oficial. Posiblemente la compañía, ahora que se ha conocido el truco y ha adquirido popularidad, realice algún movimiento para evitar que, en algún momento, esto siga ocurriendo, porque supone también una pérdida para el propio YouTube, que obtiene un porcentaje de lo que pagan los anunciantes en cada formato publicitario mostrado en los vídeos. A menos publicidad, menos ingresos.
Además de YouTube, también salen perdiendo los creadores, según se quejan algunos usuarios (más amigos de las plataformas que del bolsillo de los consumidores), porque quienes crean contenidos dejan de obtener ingresos por los videos que suben.
Los usuarios ganan con este truco no tener que “soportar” los extensos comerciales pero… ¿es algo ético realizarlo, teniendo en cuenta que los contenidos de YouTube se pueden consumir de manera gratuita?
Esa es una disyuntiva que queda a decisión de cada usuario…
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