La nota que enviaron a los padres de una pequeña en edad de preescolar en un colegio privado de la ciudad de Córdoba se viralizó, porque entre otras indicaciones para la organización del acto por el día de la Independencia, le pedían que llevara a la niña con ropa de “negrita”, uno de los roles históricos para las representaciones patrias, que muchos creían en desuso o ya perimida, al menos desde esa denominación que implica una valoración racial.
La nota específicamente decía: “El acto comenzará a las 9:00 hs y finalizará a las 10:30 aproximadamente, luego del mismo todos los alumnos se retirarán con sus padres. Los alumnos de salas de cinco deberán estar en el Jardín a las 8:45 hs, ya caracterizados. Es importante que tengan en cuenta que el traje debe ser cómodo para poder bailar (se enviará por mail algunas referencias de trajes). Debe venir caracterizado/a de “negrita“.
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Por supuesto que inmediatamente después de publicada la foto de la comunicación escolar, los usuarios de redes comenzaron una polémica acerca de si ese término “negrita” implicaba o no un trasfondo discriminatorio hacia las personas de piel negra.
Por un lado estaban quienes defendían ese modo de expresión porque lo consideran “costumbrista”, inocente e inocuo, ya que es como se le denominó “toda la vida”.
Del otro lado de la controversia, muchos condenaron que en 2023 se sigan utilizando ese tipo de caracterizaciones y aludiendo a ellas por el color de ia piel del personaje a representar.
¿NEGRITO O NEGRITA: DISCRIMINACIÓN O CARIÑO?
El uso de los términos “negrito” o “negrita” para referirse a las personas de piel oscura o de ascendencia africana suele generar controversia y debate. ¿Se trata de una forma de discriminación y racismo, o de una expresión de afecto y cercanía?
La respuesta no es sencilla, porque depende del contexto, la intención y la cultura en la que se empleen estas palabras.
En algunos países o regiones, especialmente de nuestra América Latina, es común llamar “negrito” o “negrita” a las personas queridas, sin importar su color de piel o su origen étnico. Se trata de un apelativo cariñoso, que puede usarse entre familiares, amigos, parejas o incluso desconocidos.
Por ejemplo, en Colombia se usa frecuentemente este término para dirigirse a las personas con simpatía y respeto.
Sin embargo, en otros lugares, el uso de “negrito” o “negrita” puede ser ofensivo y despectivo, debido a que implica una forma de menospreciar o estereotipar a las personas afrodescendientes o de tez oscura. En estos casos, se asocia el término con la pobreza, la exclusión, la delincuencia o la inferioridad.
En nuestro país hasta se ha criticado el nombre de una marca de alimentos llamada “Negrita”, que fue acusada de racismo y discriminación.
Además, hay que tener en cuenta que el uso de “negrito” o “negrita” puede variar según el tono, el gesto o el contexto en el que se diga. A veces, puede haber una intención irónica, burlona o agresiva detrás de estas palabras, que puede herir o molestar a la persona a la que se dirigen.
Otras veces, puede haber una intención inocente, ingenua o ignorante, que no busca ofender pero que tampoco respeta la identidad y la dignidad de la persona.
Por lo tanto, no hay una respuesta única sobre si el uso de “negrito” o “negrita” implica discriminación o cariño. Lo que sí hay es una necesidad de reflexionar sobre el lenguaje y el significado que se le da a las palabras. También debería existir la responsabilidad de escuchar y aprender de las personas a las que se refiere con estos términos, y de respetar sus preferencias y sentimientos al respecto.
“NIÑOS COLONIALES”
¿Qué alternativas válidas para referirse a las personas cuyo color de piel es negro pueden utilizarse en esta época para no ofender ni discriminar implícita o conscientemente?
Quizás, como ya hicieron muchas jurisdicciones educativas, deba reverse la denominación de “negritos y negritas” en actos patrios, llamándolos simplemente “niños coloniales”, como indica uno de los mensajes de redes sociales.
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