Jonás, según la Biblia, pasó tres días en el vientre de un gran pez antes de ser devuelto a la vida. Pinocho, en su versión más conocida, sobrevivió dentro de la ballena junto a su padre, Geppetto. Pero Adrián Simancas apenas tuvo tiempo de asimilarlo: en un abrir y cerrar de ojos, fue engullido y expulsado de la boca de una ballena jorobada en las aguas del Estrecho de Magallanes.
El impactante episodio ocurrió el pasado sábado 8 de febrero, cerca de las 15 horas, cuando Adrián, de 24 años, programador y músico, realizaba junto a su padre, Dell Simancas, una travesía de trekking y packraft en la costa sur de Punta Arenas. Dell, anestesista de profesión y aventurero por vocación, grababa a su hijo remando cuando la naturaleza decidió regalarles una escena que ni el mejor director de cine podría haber planeado.
Lo que se ve en el video
El agua estaba en calma, el remo deslizándose con suavidad. Pero, de pronto, un estruendo. Un ruido gutural, primitivo, que rasgó el aire gélido del sur chileno. Dell giró la cámara y lo único que vio fue vacío: su hijo había desaparecido. No hubo tiempo para el pánico. En cuestión de segundos, Adrián emergió, como si el mar lo escupiera de regreso al mundo de los vivos. La grabación capturó el momento exacto en el que la ballena jorobada, con la indiferencia de un dios antiguo, lo había atrapado y luego liberado en un gesto caprichoso.
No hubo daño físico, ni tiempo suficiente para el miedo. “Fue una fracción de segundo“, contaron después. Un instante en el que Adrián dejó de pertenecer al mundo de los hombres para convertirse en un Jonás moderno, un Pinocho sin hada madrina, un explorador que tocó el umbral de lo imposible y volvió para contarlo.
Un instante jorobado, como la ballena
Después del suceso, el clima se tornó hostil y padre e hijo decidieron suspender la travesía. Pero no su espíritu aventurero. Seguirán explorando, dicen, aunque esta vez con más precaución, con mayor distancia, con la certeza de que el mar es inmenso y sus criaturas, impredecibles.
La televisión chilena ya obtuvo su testimonio:
El video, que circula en redes sociales, no necesita explicaciones. Es el testimonio de un momento que desafía la lógica, una de esas historias que parecen sacadas de un mito antiguo, pero que sucedió, en pleno 2025, en las frías aguas de Chile, en el sur del mundo