Con un lápiz, una hoja y una dosis de creatividad, el bonaerense Damián Bojko (@damian_bojko) tomó las riendas de su vida de arquitecto para emprender desde cero, vendiendo cuadros de ciudades de todo el país con su estilo único. Tras una audaz decisión, hoy este artista posee con un exitoso emprendimiento que busca reflejar auténticamente la esencia de las localidades que plasma con sus propias manos. Conocé su historia.
Desde muy pequeño, Damián pasaba sus días divirtiéndose entre lápices de colores y hojas. Su gran habilidad lo distinguió de resto. Entre sus obras infantiles, se encontraban los trazos de mapas y ciudades imaginarias. Las dibujaba vistas desde el aire, ya que en sus primeros años vivió en un edificio en altura y esa era su perspectiva del mundo.
TE PUEDE INTERESAR
Esa pasión e interés de su infancia lo acompañaron toda su vida, inclusive cuando tuvo que elegir qué rumbo continuar después de terminar sus estudios secundarios. “Elegí ser arquitecto porque creo que esta profesión, conjuga el mundo artístico con el mundo de las matemáticas y física. Mezcla la creatividad de imaginar y crear algo nuevo con pensar las formas más adecuadas para materializarlo, de tal forma que eso que antes estaba en tu mente sea algo tangible, se pueda recorrer, dialogue con el entorno que lo rodea y por sobre todo mejore la calidad de vida de quienes van a vivir esos espacios”, contó Damián en diálogo con Infocielo.
Sus primeros pasos en esta profesión transcurrieron incluso antes de recibirse en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), cuando comenzó a trabajar en un estudio de arquitectura. Allí aprendió todo el proceso de obras de arquitectura y proyectos urbanos, desde los bocetos en lápiz hasta la materialización con los distintos rubros de la construcción.
Un tiempo después, decidió abrir su propio estudio, donde recibió sus primeros dos proyectos cercanos a su casa: la construcción de una casa y un espacio de usos múltiples en la Primera Iglesia Bautista de Lanús.
“Fue una experiencia muy linda porque en ambos casos en los terrenos había casas en estado de abandono que decidí no demoler y vi el proceso de como lentamente se transformaban en dos espacios nuevos a medida que se iban construyendo. En el caso del SUM de la iglesia, hoy funciona entre otras cosas, como comedor para gente en situación de calle al cual cada semana, asisten entre 150 y 200 personas. Creo que es un ejemplo de cómo la arquitectura puede generar espacios para mejorar, de distintas formas, la calidad de vida de las personas”, comentó.
Durante una década trabajó incansablemente, perfeccionándose y desarrollándose constantemente como profesional. Sin embargo, el 2020 fue el año en el que su vida, y la de todos en general, cambió por completo. La pandemia lo obligó a detenerse y, debido a las medidas de aislamiento, se vio imposibilitado de continuar la construcción de las obras que tenía a cargo.
Lo que menos imaginó fue que esos dibujos en su infancia los replicaría en su adultez y lo se convertirían en un salvavidas ante la falta de trabajo y la angustia de un mundo donde reinaba la incertidumbre. Utilizando la misma técnica de lapicera y papel, comenzó a una serie de ilustraciones de ciudades del conurbano y del resto del país.
Aunque solo parecía un hobby que compartía en redes sociales, una gran cantidad de gente comenzó a seguirlo y a pedirle más ilustraciones de otras ciudades. Ante los numerosos pedidos y gracias a la ayuda de su esposa, diseñadora gráfica, le dio forma al emprendimiento que hoy cosecha más de 18 mil seguidores en Instagram.
¿Cómo es el proceso de representar una ciudad en un cuadro?
La esencia distintiva de los cuadros de Damián radica en su destreza para capturar con fidelidad las características sobresalientes de cada ciudad. Sobre todo, al momento de crear una obra de un sitio con el que tiene un vínculo personal, el arquitecto piensa en los lugares donde escribió su historia personal, como su casa, la de sus abuelos, su escuela o la iglesia.
Por otro lado, tiene en cuenta los lugares que definen la identidad colectiva de cada ciudad, aquellos que la representan y significan un hito para sus habitantes como hospitales, escuelas, plazas y clubes. A su vez, considera las características generales que definen el paisaje urbano de cada ciudad, como la tipología de construcciones y su función predominante y, claramente, su entorno natural.
Tras una investigación en Google Maps y tomar la decisión de los lugares más significativos, Damián comienza a hacer bosquejos en lápiz para luego realizar la obra final a mano en tinta sobre papel. Además, la tipografía del nombre de la ciudad también es elegida con el fin de lucir su esencia.
“Tengo en cuenta los lugares con identidad, las obras de arquitectura con valor patrimonial conocidas por la gente u obras anónimas, que por su valor arquitectónico o histórico quiero destacar. En ese sentido mi experiencia como arquitecto me ayuda a descubrir esos lugares en cada ciudad, lugares que quizás pasan desapercibidos por la gente que transita las calles día a día pero que tienen mucha riqueza arquitectónica y cultural”, sostuvo.
Además, su profesión lo ayuda a contar con herramientas estéticas de composición artística y conocimiento de historia de la arquitectura, que las utiliza para definir y diferenciar las tipologías de edificios y trazados urbanos que hablan de distintos momentos históricos.
“Las ciudades son como libros que se van sobrescribiendo uno arriba de otro y es así como distintas épocas de la historia y paradigmas arquitectónicos y urbanísticos hablan al mismo tiempo. Entonces hay que ir separando en capas toda esa información para poder entender a fondo la realidad de una ciudad. Lamentablemente, muchas veces los intereses económicos son los que predominan en la época actual y, de esa forma, se pierden importantes obras patrimoniales que sobrevivieron a varias generaciones. Mi intención es poner en valor esas obras que aún subsisten e incluyo las que fueron demolidas”, explicó.
Aunque las obras son exclusivas de Damián, su arte también se construye de forma colectiva. En cada nuevo proyecto, recibe miles de mensajes a través de las redes sociales, donde comparte ideas e historias de vida sobre los espacios más emblemáticos de cada cuadro.
“Cuando me falta información de algún lugar, se genera un espacio de aporte colectivo del cual aprendí muchas cosas que desconocía. Mucha gente de todas las edades ve representada lo que siente por cada ciudad, con sus historias de vida personales. También muchos ex vecinos de estas localidades se comunicaron del exterior, porque querían tener un recuerdo de las ciudades donde crecieron, es asi como varias de mis ilustraciones terminaron en lugares muy lejanos, desde los países de Latinoamérica y América del Norte, hasta varios países de Europa y Oceanía”, manifestó.
El desafío de dibujar una ciudad del conurbano en una sola hoja
Entre sus obras predilectas, se destacan varias ciudades del conurbano, que el artista representa con sus vicisitudes y escenarios, fusionando lo popular, el urbanismo, la ruralidad, la planificación y la improvisación características de esta región bonaerense.
“Tengo un sentido de pertenencia porque es donde está escrita gran parte de mi vida. Es por eso que cuando voy recorriendo sus calles hay miles de historias personales de distintas épocas de mi vida y creo que eso le pasa a cada uno que vive acá”, manifestó.
Gracias a su arte, es posible comprender la complejidad de este territorio, que refleja distintos periodos históricos, diversas culturas y realidades socioeconómicos que atraviesan a sus habitantes. Pero también es posible entender el sentido de pertenencia que tienen los vecinos del conurbano hacia sus ciudades, sus costumbres e incluso a sus problemáticas diarias. Quienes nacieron en estas tierras comprenden que pueden irse del conurbano, pero difícilmente el conurbano los abandone, ya que la construcción de la subjetividad de sus habitantes está completamente atravesada por todas las características que conforman este territorio.
“Más allá de todas las contradicciones y grandes diferencias sociales que tiene este territorio, a través de las redes sociales pude ver un gran sentido de orgullo y pertenencia de lo local, que está implícito en la gente que habita las ciudades. Quiero que esa identidad no se pierda y que cada localidad no se transforme en una ciudad genérica. En mis obras busco destacar la identidad característica de cada ciudad”, aseguró.
“En mis obras quiero representar y valorar la ciudad como un conjunto único, que es heterogéneo y que, a pesar de todas esas diferencias y diversidades hay elementos, muchas veces ocultos a simple vista, que unen una ciudad con su gente. Ese sentimiento de unidad y pertenencia va más allá de condiciones sociales o ideologías políticas”, concluyó.
TE PUEDE INTERESAR