Quien tenga menos de 35 años seguramente no lo recuerde. Tal vez lo haya leído o visto en algún que otro video o en posteos de personas más adultas, memoriosas y nostálgicas en redes sociales. La Catedral aún no tenía las 2 grandes torres. Eran los 90’s y Soda Stereo fue, como los grandes intérpretes y los más importantes grupos de la época, el animador principal de aquel recital que año tras año colmaba la Plaza emblema de la ciudad de La Plata en un espectáculo de luces, música y a veces, desenfreno.
“¿Están cansados o ya quieren los fuegos artificiales?”, preguntó Gustavo Cerati pasada ya una hora y veinte de recital. El público respondió “Noooooo” y así fue como el grupo que integraba con Charly Alberti y Zeta Bossio continuó en el escenario por 40 minutos más, para delirio de sus fans, que desde la mañana ya ocupaban los mejores lugares cerca del escenario.
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Pocos meses antes de ese día en que La Plata cumplia 113 años, habían editado su último disco Sueño Stereo, compuesto de clásicos como “Ella usó mi cabeza como un revólver”, “Pasos” y “Disco eterno”.
Tocaron 22 canciones, unas cuantas del mencionado “Sueño Stereo”, que aún era una novedad de solo 5 meses de editada, y en su gran mayoría se centraron en clásicos de toda su discografía previa, que ya llevaba algo más de una década.
El momento más memorable se vivió cuando promediaba el recital, con la aparición de los platenses Marcelo y Julio Moura, íconos vivientes de Virus, una banda nacida en la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires y contemporánea a Soda.
Fue como un “crossover” que nadie se esperaba. Sólo algunos elegidos habían rumoreado que algo especial sucedería en aquella mágica noche del ’95.
Entre ovaciones y al grito de la multitud de “Fede no murió”, Virus y Soda se lucieron con una de las mejores versiones de “Imágenes paganas” de la que pueda tenerse memoria. Marcelo Moura y Gustavo Cerati se turnaban en estrofas y estribillos, generando una de esas sensaciones de “menos mal que vine” para cada uno de los presentes, en un clima que permitia respirar épica pura para los más de 150.000 platenses y fanáticos de Soda que estuvieron en la plaza.
Si tenés el Chromecast o cualquier dispositivo que te permita lanzar la imagen desde tu celular a la pantalla del televisor más grande que haya en tu hogar, abrite una cerveza, y disfrutá estas 2 horas al máximo festejando, desde casa, un nuevo aniversario de la ciudad más perfectamente diseñada del país.
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