En el marco del Día de la Lealtad peronista, la actividad de Cristina Kirchner destacó por su intensidad y relevancia política. Mientras Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, encabezaba un acto en el Kilómetro 0 de Berisso, Cristina se encontraba desplegando una agenda de encuentros estratégicos que incluían reuniones con senadores y visitas a la Universidad Nacional de Avellaneda. La interna del Partido Justicialista (PJ), en la que Cristina busca presidir la conducción nacional enfrentándose al gobernador riojano Ricardo Quintela, marcó el trasfondo de una jornada de tensiones y definiciones.
Cristina comenzó su día reuniéndose con los senadores Juan Manzur, Wado de Pedro, Sergio Uñac y Antonio José Rodas, en lo que fue interpretado como una serie de conversaciones clave para fortalecer su candidatura en el PJ. El hecho de que Quintela haya decidido mantenerse en la contienda interna obliga a Cristina a buscar respaldos concretos, un objetivo evidente en su interacción con figuras de peso del peronismo. Estas reuniones coinciden con la decisión de Axel Kicillof de mantenerse al margen del tema, quien durante su discurso en Berisso evitó referirse a la interna, afirmando que “no le interesa ninguna interna”.
Sin Ferraresi y durante el acto de Kicillof, Cristina dijo presente en la Universidad de Avellaneda
La presencia de Cristina en la Universidad Nacional de Avellaneda, creada durante su gestión en 2009 e inaugurada en 2010, también tuvo una carga simbólica importante. La expresidenta recorrió las instalaciones de la sede Piñeyro junto al rector Jorge Calzoni, dialogando con la comunidad universitaria en medio de la jornada de protestas contra el recorte presupuestario impulsado por el gobierno de Javier Milei. Su visita no solo sirvió para reafirmar su compromiso con la educación pública, sino también para contrastar su postura con la del gobierno actual, denunciando lo que calificó como un “momento desastroso” para el país. En sus conversaciones, Cristina destacó la importancia de las Universidades Nacionales para el desarrollo social, un mensaje dirigido a un sector históricamente afín al kirchnerismo.
La interna del PJ al rojo vivo
El acto de Kicillof en Berisso, organizado por intendentes alineados como Jorge Ferraresi, Fabián Cagliardi, Mario Secco y Julio Alak, se desarrolló sin confrontaciones explícitas, aunque las diferencias con Cristina no pasaron desapercibidas. La decisión del rector Calzoni de recibir a la exmandataria remarcó la distancia con Ferraresi, uno de los impulsores del acto del gobernador. Este contexto pone de relieve las discrepancias que existen desde hace tiempo entre Kicillof y Cristina, aunque estas no hayan sido siempre públicas. La posición de Kicillof como una de las principales figuras opositoras al gobierno de Milei lo coloca en un lugar clave dentro del peronismo, pero su margen de maniobra frente a la dirigencia nacional es limitado, especialmente con Cristina y Máximo Kirchner en los roles más importantes del PJ.
Con Cristina Kirchner firme en su decisión de disputar la conducción del Partido Justicialista, el panorama para Kicillof se complica de cara a las elecciones legislativas de 2025, ya que sus posibilidades de influir en la selección de candidatos se reducen. Sin embargo, su estrategia de evitar confrontaciones públicas podría servirle para mantener una base de apoyo amplia en la provincia, a pesar de las tensiones internas.
La visita de Cristina a Avellaneda, sumada a sus encuentros con senadores y su activa participación en la protesta universitaria, muestra una dirigente que no cede terreno en la interna peronista y que, lejos de quedarse en un segundo plano, se posiciona como la principal contendiente por la conducción del PJ, apostando a consolidar su liderazgo dentro del movimiento.