Un tatuaje puede ser una marca de identidad, un símbolo de creencias o, como en este caso, la clave de un escándalo político-económico que dejó en jaque al presidente Javier Milei y expuso el extraño rol de su asesor estrella, Santiago Caputo.
Todo comenzó el viernes 14 de febrero por la noche, cuando Milei publicó en Twitter (ahora X) un mensaje promocionando la ahora famosa criptomoneda llamada Libra, un token que, en ese momento, no tenía ni una página oficial ni antecedentes. Sin auditorías, sin respaldo y sin que nadie supiera de dónde había salido, el activo digital se disparó en valor tras la bendición presidencial.
Apenas unas horas después, el derrumbe fue estrepitoso: 44.000 personas quedaron atrapadas en la estafa y se calcula que se esfumaron más de 100 millones de dólares.
Lo que parecía un simple error de un presidente que habla de libertad financiera sin entender del todo el mundo cripto, pronto tomó un giro más turbio. Milei y su entorno negaron cualquier relación con la moneda y se posicionaron como víctimas, asegurando que ellos también habían sido estafados. Pero algo no cerraba.
El día en que Santiago Caputo interrumpió la entrevista
El lunes, en un intento por controlar los daños, Milei grabó la ya también famosa entrevista con Jonatan Viale en Todo Noticias (TN). La charla parecía predecible: el presidente minimizó la estafa, redujo la cantidad de afectados a “5.000 personas” y se victimizó.
Sin embargo, lo que ocurrió fuera de cámaras—o mejor dicho, lo que no debía haber salido al aire—terminó convirtiéndose en la mayor revelación de la jornada.
Kicillof calificó de “delirio cósmico” el plan de Milei para sancionar a legisladores
El Gobernador criticó con dureza la iniciativa de Milei de penalizar a legisladores que voten presupuestos con déficit y repudió el veto a leyes sociales.
Durante la entrevista, en un momento incómodo en el que Milei hablaba de $Libra, la grabación se interrumpió abruptamente. El hombre de camisa blanca arremangada fuera de cuadro, pero con una presencia evidente, pidió frenar todo. No se le veía el rostro, pero un detalle lo delató: su brazo derecho con un tatuaje peculiar.
Cuando TN emitió la entrevista, la edición había borrado ese instante. Pero en la versión subida a YouTube, el fragmento sin editar quedó disponible por error. Y entonces ocurrió el hallazgo: ese tatuaje no era cualquier símbolo.
El tatuaje y la conspiración
Usuarios en redes sociales, siempre atentos a los detalles que los grandes medios prefieren omitir, compararon la marca en la piel con imágenes previas de Santiago Caputo, el cerebro en las sombras del gobierno libertario. La coincidencia era innegable: el hombre que interrumpió la entrevista era él.
Pero lo más impactante fue lo que representaba el tatuaje. Lejos de ser un diseño sin significado, se trata de un símbolo de Libra. Sí, el mismo nombre de la criptomoneda promocionada por Milei días antes.
El diseño parece una variación del signo zodiacal, pero con modificaciones: una L, un símbolo de pesos y una estructura en forma de candelabro con tres líneas. El mismo logo que apareció vinculado al misterioso token estafador.
Casualidad no, conexión directa
Hasta ese momento, la versión oficial de Milei y su equipo era clara: no tenían nada que ver con $Libra y fueron engañados como cualquier otro usuario de internet. Pero si la criptomoneda no era obra de su equipo, ¿cómo se explica que el asesor más influyente del presidente tenga tatuado su símbolo?
El descubrimiento abrió un sinfín de teorías:
1. Santiago Caputo sabía de la existencia de Libra mucho antes de la promoción presidencial.
2. El gobierno participó activamente en la creación del token, y luego intentó borrar su rastro.
3. Milei mintió en su entrevista, sabiendo que su entorno estaba directamente involucrado.
La estrategia de control de daños de la Casa Rosada resultó un fracaso. Caputo quedó expuesto no por una filtración de documentos ni por una investigación periodística, sino por su propia piel.
A partir de ese momento, la historia dejó de ser sobre una simple estafa cripto. Ahora, se trata de algo mucho más grande: un gobierno que, mientras predica sobre el fin de la casta y la transparencia, podría haber intentado lucrar con un esquema fraudulento.
La pregunta final queda flotando: ¿quién es realmente Santiago Caputo y hasta dónde llega su influencia en el gobierno de Javier Milei?
