Cuando parecía que había quedado en el pasado, el Momo volvió a las redes escondido en videos infantiles y puso en alerta a grandes y chicos. Para quien aún no lo conoce, se trata de un personaje escalofriante, con ojos saltones y sonrisa macabra, que incita a los niños a autoflagelarse o realizar acciones que ponen en riesgo su vida.
Son varios los padres que denuncian que sus hijos sufren pesadillas, insomnio o manifiestan conductas extrañas. Ante este escenario, especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) analizan el fenómeno y brindan recomendaciones.
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Según Einar Lanfranco, coordinador del Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad de la casa de estudios, se trata de “una trampa tecnológica que sólo los padres pueden desactivar”.
“Una de las claves es concientizar a los padres para que instruyan a sus hijos en el uso de internet y especialmente de las redes sociales”, remarca el profesional, y agrega: “Así como no los dejan salir solos de noche, tampoco deberían dejarlos solos en internet”.
“Eventualmente, el autor del ataque querrá robar algún dato privado, un video, una foto, o algo que pueda serle de utilidad”, explica Lanfranco, y asegura: “De la misma manera que los pedófilos, hay gente que consume niños lastimándose”.
A raíz de esta situación, el especialista recomienda instruir a los jóvenes para que sepan discernir entre lo virtual y lo real. “Explicarles que si agregan un número de teléfono como el que circula en las redes no estarán hablando con Momo ni con un espíritu, sino con una persona que muy probablemente no tenga buenas intenciones”, aconseja.
Por último, remarca: “Si quieren poner a los niños frente a la pantalla es importante que al menos elijan plataformas cuyo contenido es oficial -como Netflix, por ejemplo-, y no sitios con contenidos sin control provistos por la comunidad”.
Por su parte, Amparo Gómez, docente de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología (Mat. 53.681), sostiene que este tipo de acciones sirven para poner de manifiesto los riesgos y consecuencias del uso indiscriminado de la web.
“Para un niño cuya estructura está en un tiempo constitutivo, la regulación al acceso de distintos medios visuales y de información es fundamental para evitar conductas no deseadas”, sostiene la profesional. Y ejemplifica: “La naturalización de la violencia en algunos juegos de video, luego se traduce en formas de actuar y responder con un alto grado de agresividad”.
“Es preciso advertirles en su lenguaje sobre aquellas cosas desagradables que puedan llegar a ver o escuchar. Y alertarlos especialmente para que no obedezcan a ningún desafío ni a nada de lo que se les pida hacer ”, recomienda la especialista.
A su vez, advierte que se debe prestar especial atención a la forma en que los niños pueden llamar la atención sobre este tipo de fenómenos: temores repentinos, retraimiento, pesadillas sistemáticas, agresividad hacia sí mismo u otros.
“En esos casos será importante que el adulto responsable, a través de la palabra, ofrezca argumentos claros para tratar de entender lo que sucede y transmitir seguridad y tranquilidad al niño”, subraya.
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