En un voltereta irónica de la narrativa virtual, el hijo del expresidente Alberto Fernández, conocido como Dyhzy, volvió a estar en el centro de la atención, pero esta vez no por su estilo de vida o sus elecciones personales, sino por un cambio físico notorio que provocó una avalancha de comentarios en las redes sociales.
Sin embargo, lo que podría parecer una simple transformación personal está siendo utilizado por ciertos sectores libertarios para crear una narrativa completamente distorsionada, en la que Dyhzy, con su nuevo cuerpo musculoso, se convierte en una suerte de ícono sarcástico de los seguidores de Javier Milei.
Durante los años del gobierno de su padre, Dyhzy fue objeto de críticas constantes por parte de los sectores más conservadores de la sociedad argentina, quienes lo atacaron por su estilo de vida y su participación en la cultura drag.
DE DYHZY POLÉMICO A DYHZY ELOGIADO
Fue presentado como una figura controversial, utilizando su identidad y expresión de género para atacar indirectamente a su padre. Estos ataques eran parte de una campaña de desprestigio más amplia que buscaba erosionar la imagen del entonces recién electo presidente Alberto Fernández.
Sin embargo, esta transformación física actual de Dyhzy (Estanislao) genera una extraña reconfiguración de esa narrativa. Tras años de entrenamiento, Dyhzy compartió en su cuenta de Instagram imágenes que muestran su nuevo cuerpo, más musculoso y tonificado.
Estos cambios físicos, lejos de ser aceptados como un logro personal, son utilizados por ciertos sectores libertarios para construir una teoría completamente infundada y cargada de sarcasmo: que Dyhzy habría votado a Javier Milei y que su cambio físico es una manifestación de su verdadera identidad, oculta durante los años del gobierno de su padre.
Esta absurda teoría sugiere que durante el mandato de Alberto Fernández, Dyhzy habría utilizado su identidad drag para, de alguna manera, “desgastar” el gobierno desde adentro, en cambio ahora, con Milei en el poder, Dyhzy se sentiría liberado para mostrar su “verdadera personalidad”, simbolizada en su nuevo cuerpo musculoso y mucho más masculino.
Es evidente que esta construcción es un intento de los sectores libertarios de apropiarse de la imagen de alguien a quien fustigaron durante años, utilizándola ahora como un símbolo de su propia causa, pero siempre desde la ironía y el sarcasmo.
Este tipo de discurso roza lo ridículo, porque no solo distorsiona la realidad, sino que también refleja la profunda hipocresía de aquellos que, mientras denigraron a Dyhzy por su identidad durante años, ahora lo utilizan como una herramienta para su propio discurso político.
TEORÍA TROLL RIDÍCULA
La metamorfosis física de Dyhzy es, en última instancia, un logro personal que debería ser reconocido como tal, independientemente de las interpretaciones o manipulaciones que se intenten hacer desde sectores que han demostrado estar más interesados en el espectáculo mediático que en la realidad de las personas.
El caso de Dyhzy es ejemplo de cómo las redes sociales y los troll centers libertarios pueden tomar una realidad, distorsionarla y usarla para sus propios fines, aunque sea de manera irónica o sarcástica.
En la política actual, la verdad puede ser una víctima fácil en la guerra por el control de la narrativa pública.