Horas antes de que los restos del cohete chino Long March 5B cayeran el domingo en el Océano Índico, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) cuestionó el accionar del país asiático.
“Las naciones con viajes espaciales deben minimizar los riesgos para las personas y los bienes en la Tierra de la reentrada de objetos espaciales y maximizar la transparencia con respecto a esas operaciones”, manifestó Bill Nelson.
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Además, el administrador de la agencia cuestionó la gestión de residuos de los vuelos chinos: “Está claro que China no está cumpliendo con los estándares responsables con respecto a sus desechos espaciales”.
Por último, recalcó que “es fundamental que China y todas las naciones y entidades comerciales con viajes espaciales actúen de manera responsable y transparente en el espacio para garantizar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio exterior”.
Las declaraciones de Nelson fueron publicadas ayer en la página web oficial de la NASA, luego de que la entrada no controlada de los restos del Long March 5B a la Tierra causara preocupación en distintas partes del mundo.
Es que si bien el planeta está conformado en un 70 por ciento por agua, característica que hacía muy probable que el cohete cayera al mar, también existía el peligro de que impactara en tierra.
El Long March 5B se lanzó el mes de abril en el marco de una misión espacial china para construir su propia estación espacial Tiangong para finales del 2022. Con unos 30 metros de alto y casi 22 toneladas de peso, el cohete puso en órbita una pieza y se dejó caer sin control una vez agotado el combustible.
Vale aclarar que, a diferencia de este caso, la mayoría de los cohetes que se usan para elevar objetos al espacio realizan reentradas a la Tierra más controladas. Afortunadamente, de todos modos, el impacto del Long March al oeste de las Maldivas este fin de semana terminó sin generar complicaciones.
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