En el marco de la investigación por el femicidio de Yésica Duarte, la mujer de 33 años hallada baleada y sin vida la semana pasada en una vivienda de la localidad bonaerense de Berisso, fue aprehendida la suegra, acusada de tenencia ilegal de arma de guerra y arma de uso civil, informaron fuentes policiales.
Se trata de una mujer de 64 años, madre del acusado de cometer el femicidio: Nicolás Castro, de 30 años.
La detención se concretó en la vía pública, en las inmediaciones de calles 629 y 4 de la ciudad de La Plata, tras una vigilancia encubierta montada por efectivos policiales de la Sub DDI de Berisso.
La mujer de 64 años, identificada oficialmente como Adriana Oviedo, había abandonado su domicilio en Berisso y se encontraba residiendo en la vivienda de una de sus hijas.
El procedimiento se originó a partir de un allanamiento realizado el pasado 27 de julio en una casa ubicada en calle 38 entre 129 y 130 de Berisso, propiedad de la ahora detenida.
Durante el operativo, realizado en el marco de la causa por homicidio, se secuestraron dos armas de fuego: una pistola marca Bersa modelo Thunder calibre 380 con municiones, y un revólver calibre 32 largo.
La investigación posterior determinó que ambas armas pertenecían a la ahora detenida, quien no contaba con la documentación correspondiente ni autorización legal para su tenencia, conforme a los registros del ANMAC (ex RENAR).
Ante esta situación, la fiscal Ana Medina de la UFI N° 1 de La Plata, la que interviene en la causa, solicitó una nueva investigación por tenencia ilegal de arma de guerra en concurso real con tenencia ilegal de arma de uso civil, y libró la correspondiente orden de detención, avalada por el Juzgado de Garantías en turno.
Por último se informó que la acusada será trasladada a sede judicial en las próximas horas para prestar declaración indagatoria.
El arma homicida no aparece
Como se recordará, Duarte y Cabral cumplían un arresto domiciliaron controlados con tobilleras electrónicas. Poco después del femicidio, la hija de la víctima fatal declaró ante los investigadores.
La chica aseguró que su hermano de 7 años se encontraba en la casa y que un vecino llevó al chico hasta ella. El nene relató a la joven que Castro la baleó dos veces a su madre y “después se disparó en la cabeza”, según la transcripción de su testimonio.
La hija siguió con su declaración y aseguró que Castro era un hombre irascible, acostumbrado a portar armas, que su madre sufría violencia de género de su parte y que amenazaba a sus vecinos.
Un vocero de la investigación confirmó que aún no fue hallada el arma homicida.