Durante una de las últimas transmisiones en vivo del streaming del CONICET, en el marco de la expedición Talud Continental IV, la cámara del robot SuBastian captó una escena tan tierna como impactante: una langosta rosa cuidando a sus crías en una pequeña cavidad del fondo marino a más de 1800 metros de profundidad.
Los investigadores buscaban recolectar unos pequeños caracoles adheridos cerca de la entrada de su refugio. Sin embargo, lo que encontraron fue a una madre decidida a proteger a su descendencia. En el video —que ya circula en redes— se la ve empujando a sus crías hacia adentro de la grieta y, acto seguido, enfrentando con sus pinzas al brazo mecánico del ROV.
“No quiere saber nada”, se escucha decir a uno de los científicos a bordo del buque R/V Falkor (too), entre risas y sorpresa, mientras el equipo decide retirar la herramienta para no poner en riesgo a los pequeños crustáceos. Finalmente, solo lograron extraer un caracol, evitando cualquier daño a la cría.
La escena recordó a otro momento conmovedor de la expedición: el hallazgo de una mamá pulpo protegiendo sus huevos, una tarea que, explicaron los especialistas, puede durar hasta dos años sin descanso y que termina con la muerte del animal tras completar el ciclo reproductivo.
Un episodio más de una expedición histórica
El Talud Continental IV es la cuarta campaña científica del CONICET en aguas profundas del Atlántico Sur, y la primera realizada en alianza con el Schmidt Ocean Institute. El objetivo es explorar la biodiversidad del Cañón de Mar del Plata, detectar impactos humanos y documentar especies en su hábitat natural.
Las transmisiones, que permiten a miles de personas seguir cada hallazgo en tiempo real, se despiden este domingo 10 de agosto con la última inmersión en vivo por el canal oficial de YouTube del Schmidt Ocean Institute.