La transición entre el intendente saliente, Raúl Sala, de Cambiemos, y María Celia Gianini, del Frente de Todos, viene muy complicada en Carlos Tejedor, un distrito de 12 mil habitantes ubicado a 500 kilómetros al oeste de La Plata.
Ambos mandatarios se comunican por teléfono y todavía no mantuvieron una reunión protocolar, y aunque la administración actual abrió las puertas del palacio para los nuevos funcionarios, parece que no hay nadie que los atienda.
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Así lo contó a INFOCIELO la propia Gianini, que admitió que hubo una “charla por teléfono”, con Sala, y que éste permitió el ingreso de los futuros secretarios y directores para iniciar la transición, pero señaló que no se encontró “face to face” con el saliente intendente, que, curiosamente, la derrotó en las urnas en 2015.
A pesar de la buena predisposición, la comunicación no es buena y las noticias no son mejores. “La situación es muy grave. Tengo en particular llamados de proveedores a los que el municipio les debe hasta tres meses, es catastrófico. EL número es unos 57 millones de pesos de deuda flotante”, señaló Gianini.
El cuadro es tan grave que ni siquiera está garantizado el pago de aguinaldos. “Estamos juntando moneditas”, dijeron desde el Gobierno municipal ante la consulta de los nuevos funcionarios. Esto enoja especialmente a la intendenta electa, que en 2015 dejó al actual Jefe Comunal una deuda de apenas 1.4 millones, el 1.04 por ciento del Presupuesto total.
Pero también preocupa el “abandono” de los funcionarios que tienen mandato hasta el 10 de diciembre. “Cuando estamos yendo a las oficinas, a las secretarias y direcciones, los jefes de área no están. La municipalidad está vacía, no sabemos a quién pedirles los estados de situación”, narró la flamante intendenta, que confía en la experiencia ganada en dos mandatos anteriores para sacar adelante la situación.
“Por suerte tengo la experiencia de haber gestionado durante dos períodos, y a los que vienen, que son un grupo de gente joven, con ganas de trabajar y mucha preparación, les digo que se va a ir resolviendo en los primeros días”, explicó. También le da tranquilidad haber dicho la verdad en la campaña: “le avisamos a la gente que esto no iba a cambiar de un día para el otro”, subrayó.
Frente a ese cuadro de situación, Gianini tiene el número de Alberto Fernández y el de Axel Kicillof en discado rápido: “Estamos viendo los números para ver cómo podemos cerrar el año. Después, cuando asuman el gobernador y nuestro presidente, buscaremos una reunión para comentarles la realidad económica y pedirles una ayuda”, admitó, ya que, remarcó, “la municipalidad está en malas condiciones. No sólo lo económico sino también lo edilicio y el espacio público”. “Da mucha tristeza”, se lamentó.
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