La decisión del Gobierno nacional de eliminar los precios máximos para las garrafas del Programa Hogar, con el fin de desregular el mercado del Gas Licuado de Petróleo (GLP), generó alarmas en el conurbano bonaerense, donde miles de personas utilizan ese sistema para acceder al servicio. En los barrios, los vecinos gastan suela buscando precios.
Este miércoles, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, consignó que, pese a la lluvia y el frío, cientos de familias comenzaron a hacer fila en la madrugada, frente a los distintos puntos de venta de gas para comprar una garrafa.
“Las vecinas y los vecinos se agolpan en los mayoristas y, en muchos casos, recorren varios kilómetros y se trasladan a otros distritos para conseguir mejores precios, ya que en determinados lugares y barrios, el precio de la garrafa duplica la tarifa de lista”, describió.
Misión imposible: conseguir garrafas en La Plata
En La Plata se replica esa situación. Ana María, una vecina que tiene a cargo el comedor Los Hermanos, ubicado en calle 87 entre 27 y 28 de Altos de San Lorenzo, relató a INFOCIELO el problema que le genera el aumento de los precios del gas envasad: “Nosotros damos la leche y la comida; a veces juntamos para comprar la garrafa. Nos dura, como mucho, 15 días. Al mes usamos dos o tres”, señaló.
“El valor de la garrafa está entre 9 y 11 mil pesos, caminamos buscando precios. Vamos viendo los precios. Para nosotros sería importante que llegue el gas, para no salir corriendo. Hay gente que tiene niños, si se les termina a la noche, ¿a dónde van?”, cuestionó.
La mujer señaló que, en ocasiones, deben recurrir al uso de un bracero para calefaccionarse en el barrio, “como el tiempo de antes”, porque a eso se suma que “hay mucha sobrecarga de energía y a veces nos quedamos sin luz”.
En el mismo sentido se expresó Eliseo, un vecino del comedor, quien marcó que es complejo conseguir garrafas a un precio acorde al bolsillo en la zona. “Es difícil conseguir precio de garrafas, se fue muy arriba. Usamos dos o tres al mes porque no tenemos gas natural“, señaló.
En ese orden, el hombre sostuvo que “conseguir se consigue, pero está arriba de los 10 mil pesos, entonces hay que caminar por el precio”. A eso se le suma alguna “viveza” de los vendedores, que rellenan el tanque con otros materiales: “En el peso de la garrafa te das cuenta de la calidad, a veces no está llena o el contenido no es todo gas, le ponen agua para que parezca más pesada”, señaló el vecino.