El femicidio de Jéssica Duarte, la mujer de 33 años, hallada muerta de dos balazos en una casa de Berisso, aún no tiene el arma homicida secuestrada y las miradas de los investigadores enfocan a la madre del presunto asesino.
El crimen ocurrió el sábado último a la noche en una vivienda de 39 entre 129 y 130, y el testigo clave fue el hijo de 7 años de la mujer, quien salió corriendo y se dirigió a la casa de una hermana.
La investigación está a cargo de la fiscal Ana Medina, titular de la UFI N° 1 de La Plata y de detectives del Gabinete de Homicidios de la DDI La Plata y la SubDDI de Berisso.
Los investigadores policiales buscan el arma utilizada para balear a Duarte y por el presunto intento de suicidio del agresor, identificado como Nicolás Castro, de 30 años.
Como se recordará, Duarte fue hallada sin vida en el patio delantero de la casa, y Castro con una herida de bala en la cabeza, en el interior del domicilio.
La madre de Castro, identificada oficialmente como Adriana Oviedo, habría dicho a los policías que llegaron al lugar que se había tratado de un intento de robo.
Los dichos del nene de 7 años, hijo de Duarte, pero no de Castro, indicaban que se había tratado de un femicidio e intento de suicidio. Para los investigadores eso fue lo que sucedió, pero necesitan hallar el arma de la que salieron los disparos, cosa que aún no ocurrió.
Los encargados de la pesquisa sospechan de que Oviedo sacó el arma de fuego del lugar y la hizo esconder. Este lunes allanaron la casa de ella y hallaron dos armas, pero no la utilizada en el femicidio.
Por el hallazgo de esas armas de fuego Oviedo y la hija que vive con ella podrían ser imputadas por tenencia ilegal de armas de fuego.
Otra cuestión clave de la investigación será la declaración de Castro, el que continúa internado en terapia intensiva en el Hospital Larraín de Berisso en estado complicado, pero mejorando.
El nene, testigo del hecho, se encuentra con su padre biológico, y se evalúa asistencia psicológica por los sucesos por los que le tocó pasar.
Duarte y Castro cumplían arresto domiciliario y tenían colocadas tobilleras electrónicas. La autopsia determinó que la mujer sufrió una herida de bala en el abdomen y otra debajo de una axila.
Lo que dijo el nene de 7 años
En la pesquisa fue determinante la declaración del nene de 7 años, el que le contó a una hermana mayor que la madre y el padrastro habían discutido y que el hombre le pegó dos tiros a la mujer y que luego se baleó en la cabeza.
Los dichos del menor aportaron también los datos de que el padre le había pegado a él y que antes de los disparos, el hombre le había saco el celular a la mujer y le había arañado el cuello.
Los detectives hallaron cajones desordenados en el dormitorio de la pareja y la madre del hombre insinuó que podrían haber sido víctimas de un robo.
En el domicilio, los investigadores secuestraron en un allanamiento un revólver calibre 38 y una pistola Bersa calibre 380, y vainas servidas con dos impactos de balas en una pared.
Las declaraciones de vecinos, del menor y los resultados de la autopsia llevaron a la fiscal Ana Medina a imputar a Castro por el delito de homicidio triplemente calificado.
Vecinos afirmaron que Duarte había sido víctima de violencia de género y que protagonizaba discusiones frecuentes con Castro.
Castro tiene antecedentes penales por dos homicidios, encubrimiento y tenencia ilegal de armas de fuego, mientras que la mujer cumplía un arresto domiciliario acusada por vender drogas.
Un reconocimiento médico legal confirmó que el nene de 7 años presentaba lesiones leves, y tras la imputación de la fiscal Castro permanece internado bajo custodia policial.