Economistas de la provincia de Buenos Aires elaboraron un informe en el que estudian las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del escenario macroeconómico que deja la pandemia del coronavirus, y advierten sobre la necesidad de acumular reservas y desacoplar los precios, pero además apuntan al plan de vacunación y la ejecución de la obra pública para motorizar el ciclo expansivo de la economía.
El informe se titula Análisis de Coyuntura Económica y fue elaborado por un equipo que conforman el ex viceministro de Economía de la Nación y actual secretario administrativo del Senado provincial, Roberto Feletti; el ex senador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Pignocco; el ex titular de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Martín Di Bella; el contador Diego Perrella y la Dra. Érica Pinto, se concluye que tras los cuatro años de macrismo, a los que se sumó la pandemia del COVID-19, existen indicadores que permiten ser optimistas de cara a 2021.
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En este marco, los economistas señalan que el deterioro del nivel de reservas y el impacto interno de la suba de los precios internacionales de los alimentos son las principales amenazas contra la recuperación, por lo que el Banco Central y el Ministerio de Economía deben adoptar las medidas necesarias para controlar el frente externo.
En dialogo con INFOCIELO, el ex titular de ARBA Martín Di Bella, explicó que la necesidad de acumular reservas implica la “posibilidad de sostener una política monetaria y fiscal expansiva, poniendo plata en la calle, de forma tal de lograr una recuperación importante en los niveles de consumo que representa más del 62% del PBI”.
En efecto, Di Bella remarcó lo pareciera haber comenzado el BCRA: “mejorar los niveles de regulación en sistema, de forma tal acumular divisas, ya que se proyecta un saldo comercial positivo similar al del ejercicio 2020”.
En relación al desacople de los precios internacionales, para el ex titular de ARBA, “las medidas se deberían concentrar en garantizar los niveles de consumo interno de maíz y trigo, la soja es un producto marginal para el país y se exporta el 97% de la producción”, y siguió: “esta medida se puede instrumentar por acuerdos con el sector o mediante la aplicación de retenciones, lo fundamental es evitar la suba de precios en el mercado local de bienes de consumo masivo, ya que también afectan a la producción de carne vacuna, porcina y pollo”.
La doble crisis
En este punto, recordó que “la política de Macri desreguló completamente el sector, lo que implicó aumento de la producción (2019-2015 +14,9%) y la exportación (+330%) y una caída del consumo de 9,4%, y pasamos de consumir 59kg en 2015 a 50kg en 2019”. Por lo tanto, “resulta esencial intentar actuar sobre estas variables para garantizar el poder de compra de los salarios y que la suba de los mismos permitan crecimientos en términos reales”, concluyó.
Sin embargo, tras los cuatro años de gobierno de Cambiemos, a los que se sumó la pandemia del COVID-19, los autores del informe remarcan la existencia de determinados indicadores que permiten avizorar el presente año con optimismo. Al respecto, se refieren al “freno al hundimiento profundo de la actividad que tuvo su peor momento en el II trimestre de 2020, en el pico del aislamiento social y la consecuente parálisis de la economía”. Sobre el mismo, observan que “ese deterioro comenzó a ser revertido en el III trimestre 2020, una vez que ya se habían restablecido algunas actividades con protocolos sanitarios e impactaban de lleno las medidas de sostenimiento de los ingresos populares, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP)”.
Es lo que se denominó “la doble crisis” y que, según analizó Di Bella con este portal, “se irá resolviendo en la medida que las restricciones debido al COVID-19 comiencen a relajarse y la economía inicie un sendero de normalización”.
Es que, remarcó, “sin duda la recesión económica que produjo la gestión anterior desde mediados de 2018 deberá comenzar a revertirse en el transcurso de 2021, donde las expectativas de crecimiento superan a la estimación del presupuesto 2021”, y agregó el economista que “la fuerte decisión del Estado nacional y provincial, en instrumentar un fuerte programa de obras públicas para el presente ejercicio, casi 3 puntos del PBI combinados ambos niveles de Gobierno, y los avances del plan de vacunación que aísle la circulación del virus, permitirán encarar el desafío electoral de manera positiva”.
Pero, además, “el reto también será poder garantizar el Estado Nacional, que la mencionada reactivación sea de apropiación masiva de toda la población y no que sean tres o cuatro vivos que se lleven los beneficios, tal como expresa la vicepresidente, Cristina Kirchner”, señaló Di Bella.
En concreto, para los especialistas, la expectativa de que este año se inicie un ciclo expansivo -aún por encima del crecimiento del 5,5% del PBI pronosticado en el Presupuesto Nacional- descansa en dos acciones positivas, que dependen del Gobierno: 1) que se complete el plan de vacunación en curso, lo que permitiría un pleno despliegue de la producción y el consumo sin riesgos sanitarios; 2): que se avance en la ejecución de los ambiciosos programas de obra pública contenidos en el Presupuesto Nacional y de la Provincia de Buenos Aires, de modo que apalanquen la demanda agregada y la actividad privada.
Sin embargo, los economistas señalan que “ese sendero positivo presenta amenazas que pueden complicar la recuperación”. En parte, esto se debe a la crítica combinación de la herencia macrista con el impacto de la pandemia; pero también dependerá de la capacidad del Gobierno para poner en práctica ciertas medidas tendientes a que la reactivación sea inclusiva y no resulte “apropiada por tres o cuatro vivos, tal como lo afirmó la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner”.
Según se desprende del documento, una de las principales amenazas es la inestabilidad del sector externo, ya que la solvencia del mismo -sobre todo en una economía emergente de tamaño medio como la argentina- es fundamental para sostener las políticas monetaria y fiscal expansivas destinadas a estimular la demanda. Por eso, dice el texto, que la decisión de “poner plata en la calle” no derive en volatilidad de precios y del tipo de cambio, depende de la capacidad del Estado de sostener el equilibrio externo y de atesorar divisas en el Banco Central.
Por otra parte, los técnicos consideran que 2021 anuncia un escenario internacional favorable para el flujo de divisas hacia las naciones emergentes, debido a las medidas adoptadas por los Estados Unidos y China -las dos economías más grandes del mundo- frente a la pandemia.
Como conclusión, Martín Di Bella le resumió a INFOCIELO: “hay que prestar atención en cuatro ejes como son completar el plan de vacunación, poder asegurar el aumento de las reservas que otorgue seguridades a la economía, mantener controlado el nivel de precios de los alimentos y tarifas (de los sectores más vulnerables socialmente), y llevar a la práctica de manera rápida el plan de obras diseñado en los presupuestos nacional y provincial”.
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