A menos de dos meses de las elecciones legislativas provinciales, un nuevo cruce entre oficialismo y oposición estalló en redes sociales. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, publicó un mensaje en su cuenta de X que provocó una oleada de respuestas del kirchnerismo bonaerense.
“Vinimos a poner fin a una era. A romper con todo lo que condenó a la Provincia de Buenos Aires al atraso, la miseria y la resignación. No llegamos hasta acá para adaptarnos ni para negociar con los restos del viejo sistema. Vinimos a destruirlo”, escribió Karina Milei el 23 de julio. La frase “vinimos a destruirlo” se convirtió rápidamente en tendencia y generó repudio de dirigentes del peronismo bonaerense.
La que primero respondió fue la diputada nacional y exintendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien salió con dureza: “A DESTRUIR a la provincia de Buenos Aires quieren venir. Por eso la desfinancian, no hacen obras, no mandan efectivos de seguridad y llevaron la desocupación en el conurbano a casi 10%. Ay Karina, ustedes detestan a los habitantes del conurbano, nos desprecian”.
Pero el intercambio no terminó ahí. Mendoza también fue al hueso con una acusación directa: “Fijate si en vez de seguir haciendo daño, te dedicás a responder por todas las acusaciones que tenés de coimera”, dejando entrever las tensiones acumuladas por las causas judiciales que involucran a funcionarios libertarios.
PAREJA REDOBLÓ LA APUESTA Y CRUZÓ LOS LÍMITES
Quien recogió el guante fue Sebastián Pareja, uno de los principales armadores bonaerenses de La Libertad Avanza. Su respuesta fue feroz y personal: “Mayra, la tobillera de delincuente que tenés tatuada en la piel, antes que nada, la tenés tatuada en tu cabeza y en el alma. Pensás y sentís como una delincuente”.
El libertario fue más allá, acusando a Mendoza de ser parte del “modelo parasitario de la casta” y sostuvo que la intendenta de Quilmes representa “el bolsón de pobreza y subdesarrollo más grande de la región”.
“El día que dejes de defender delincuentes hablaremos de seguridad, educación, salud y de las verdaderas responsabilidades de un dirigente”, agregó Pareja, mientras prometía “quitarle la tobillera con la que ata el futuro de los bonaerenses”.
TIGNANELLI SALIÓ EN DEFENSA DE MAYRA MENDOZA
La intervención de Pareja generó múltiples reacciones en redes, incluyendo respuestas desde el propio oficialismo. El dirigente de Unión por la Patria y actual jefe del bloque en Diputados bonaerenses, Facundo Tignanelli, fue contundente.
“Míralo a este, se hace el macho escondido atrás de la repostera coimera”, disparó Tignanelli contra Pareja, aludiendo a la figura de Karina Milei. En un mensaje con fuerte tono militante, destacó que Mayra Mendoza fue reelecta con más votos que en su primera elección y que ahora se prepara para asumir como legisladora provincial.
“La compañera está transformando Quilmes, siempre pone la cara y defiende las cosas en las que cree”, expresó el dirigente de La Cámpora. Y agregó: “Vos, que en el peronismo siempre fuiste un parásito fracasado, ahora te dieron la chapa para armar la casta ladrona más grande del país y te crees vivo”.
La disputa verbal refleja un clima político cada vez más caldeado en el Conurbano bonaerense, donde las disputas electorales, los recortes presupuestarios y el impacto social de las políticas nacionales se entremezclan con los armados partidarios de cara a septiembre.
LA PROVINCIA EN EL CENTRO DE LA CAMPAÑA NACIONAL
El fuerte cruce en X expone que la Provincia de Buenos Aires se volvió el epicentro de la disputa entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza, con el conurbano como el escenario más tenso. Mientras Karina Milei y sus armadores provinciales profundizan un discurso de ruptura total con el pasado, Unión por la Patria intenta blindar a sus dirigentes más fuertes en el territorio.
Con las listas ya cerradas y la campaña en marcha, el tono agresivo de los mensajes anticipa una campaña electoral cruzada por la confrontación directa, las acusaciones y la búsqueda de consolidar bloques ideológicos bien definidos. A su vez, el uso de las redes como campo de batalla principal indica que los próximos pasos también se jugarán más en el plano simbólico y digital que en la calle.