La Ruta Provincial 51 (RP51) es una de las principales vías de la provincia de Buenos Aires. Tiene una extensión de 735 kilómetros y conecta el sur (Bahía Blanca) con el norte (Ramallo) bonaerense. Su recorrido es estratégico para todo el sector productivo y el transporte de cargas, pero como contrapartida su asfalto requiere de constante mantenimiento.
Según la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) y la Fundación Profesional para el Transporte (FPT) el 60% de la Ruta 51 está en estado “regular a malo”. Esto trae aparejado un “creciente número de siniestros viales con la pérdida de vidas“, expresaron a través de un informe al que accedió INFOCIELO. Ambas entidades ya recorrieron 13 provincias y unos 10.400 kilómetros de rutas para analizar su situación.
TE PUEDE INTERESAR
Con datos recolectados entre el 10 y el 12 de mayo, los técnicos analizaron la calidad de la carpeta de rodamiento, y marcaron las zonas con ahuellamientos, baches, roturas importantes, falta de demarcación horizontal y los frentes de obra abiertos. El objetivo es “colaborar con la diagramación de un plan de acción” que priorice los tramos en peor estado según explicó el presidente de la Cámara de Empresarios del Transporte Automotor de Cargas Regional Sureña (Cetac), Cristian Sanz.
Del análisis se desprende que el 15% de los 735 kilómetros relevados pueden ser considerados el “excelente estado”, es decir, sin deformaciones, bien señalizada y con banquina.
En el otro extremo, el 25% de la RP 51 se encuentra “en mal estado”, es decir, con irregularidades elevadas, asfalto en mal estado, alto ahuellamiento, deformaciones importantes, falta de pintura y banquinas inexistentes.
Los datos más destacados del informe
Alerta y precaución. El 34% califica como A3 (irregularidad superficial, asfalto en regular estado, moderadas deformaciones localizadas, ahuellamiento o deformación longitudinal apreciables, mala demarcación horizontal), y el 26% como A4 (irregularidad superficial entre media y baja, asfalto reparado, moderadas o nulas deformaciones localizadas y ahuellamientos o deformación longitudinales, demarcación horizontal con deterioro visible y banquinas existentes, en algunos casos con pasto).
Humo. Entre Ramallo y 25 de Mayo, tras el cruce de la RN8, se encuentra un basural a cielo abierto, donde al momento del relevamiento se producían importantes quemas de basura, lo que genera humo sobre la calzada, que además de posibles problemas respiratorios y el mal olor en la zona, pueden traer aparejado una importante reducción en la visión de los conductores. Además, en ese tramo, las banquinas se encuentran deterioradas.
Ciudades. En varios tramos de su traza, la RP51 atraviesa zonas urbanas (en algunos casos el centro de las ciudades, como en el caso de Arrecifes), lo que ralentiza la circulación. La existencia de cámaras de control de velocidad sin una debida señalética informativa (como ocurre en cercanías de Carmen de Areco), provocan una abrupta disminución de la velocidad de los vehículos y aumenta el riesgo de siniestros.
Laprida-Bahía Blanca. Luego del acceso a Cabildo, y antes del parque eólico, en cercanías al río Naposta Chico en Bajo Hondo, se encuentra una zona de aproximadamente 400 metros, en la que se emplazan siete puentes angostos, sin banquina, zonas de detención, ni señalización informativa de la dificultad del tramo. Al ser una pendiente en sentido a Bahía Blanca, se reduce la visibilidad y muchos vehículos realizan sobrepasos imprudentes poniendo en riesgo su vida y la de otros. En la zona tampoco se observa señalización vertical que indique el peligro existente.
TE PUEDE INTERESAR