Siempre busco algo nuevo para escuchar y las ofertas no paran, realities shows, home office studio, o simplemente todo lo que está en redes. Entonces, mientras pensaba ésto, me llama Charly, mi amigo de toda la vida, cantante de una banda bastante conocida en la ciudad y melómano enfermo. Venite a casa a tomar unos mates, me dijo.
Pusimos el agua y nos sentamos frente a la compu para buscar algo para escuchar, Youtube, TikTok, Spotify. No pusimos vinilos como siempre.
Entre mate y mate encontramos a The Velvet Sundown, seguidos por 1,1 millón de fans en Spotify, con una visual muy al estilo de los años 70. Habían ascendido a una súbita fama en muy poco tiempo y además una muy prolífica carrera al publicar dos discos en el año 2025.
Play, volumen en 5 en los monitores de Charly y un poco de azúcar al mate para escuchar ¨Let it burn¨, ¨As the silence fall¨ y ¨Ash and velvet¨ del disco Dust and Silence. No estaba mal, tampoco bien. Muy bien producido y con un sonido demasiado prolijo. Raro pero atractivo. Fuimos a las redes para buscar algo más. Shows en vivo, fotos, notas, o reportajes y no había nada.
Ya habían sacado un disco titulado ¨Floating and Echoes¨. Entonces empezaron las sospechas de Charly y las mías, pero no solamente musicales. La biografía del grupo y las fotos de sus miembros no parecían muy creíbles. Algunos otros, como nosotros, habían empezado a sospechar. Los comentarios en las redes eran contundentes ¨Esto no es verdad¨ ¨Es Inteligencia artificial¨, entonces hubo réplica en Facebook de parte de ellos o de alguien: ¨Dicen que no somos reales. Tal vez tú tampoco¨.
La plataforma de streaming Deezer luego de investigar profundamente el fenómeno advirtió de que ¨algunas canciones¨ de Velvet Sundown podrían ¨haber sido creadas usando inteligencia artificial¨, y un estudio de L’Institut de recherche et coordination acoustique/musique en Francia, confirmó que al menos diez de las trece composiciones del disco ¨Dust and Silence¨ están hechas con IA.
Charly y yo nos miramos luego de leer varias noticias sobre el grupo, algo estaba pasando o iba a pasar y era inevitable. El futuro. Calentamos nuevamente el agua, abrimos la tapa de la bandeja y pusimos el vinilo de ¨El lado oscuro de la luna¨ de Pink Floyd. Ahora estábamos seguros de que salía de los parlantes.
De manera más concreta el productor y músico Rick Beato se tomó el tiempo de analizar una de las canciones, para eso utilizó un programa para las dividir pistas de cada instrumento y encontró de manera concreta que ningún instrumento era real, ni las voces. Nada lo era. Sin embargo el resultado final era una buena canción
La mentira no duró mucho. El que estuviera detrás de todo ésto publicó un último mensaje en las redes de la banda: ¨The Velvet Sundown es un proyecto de música sintética guiado por la dirección creativa humana, compuesto, cantado y visualizado con el apoyo de la inteligencia artificial. Esto no es un truco: es un espejo. Una provocación artística continua diseñada para desafiar los límites de la autoría, la identidad y el futuro de la propia música en la era de la IA¨.
Muchos estudios ya encontraron grandes beneficios aparte de los económicos, no más problemas legales, ni gastos en alquileres de estudios, ni problemas creativos con los músicos, ni giras maratónicas. La sesiones creativas solo se van limitar a un “prompt”. Se abre un campo de posibilidades ilimitadas, es un futuro no tan lejano al cual no se si queremos llegar.
El 14 de julio se publicará un tercer disco de The Velvet Sundown, ¨Paper Sun Rebellion¨, será interesante ver cuántas reproducciones consigue. La pregunta es concreta: ¿Si te gusta lo que estás escuchando, importa cuál es el origen?