Santi Maratea lo hizo de nuevo. Después de una colecta agitada, en la que hubo hasta denuncias de hackeo de cuentas, el influencer consiguió los $35 millones necesarios para crear una fundación, un observatorio y una casa dedicados a infancias trans argentinas.
Fue anoche cuando el joven dio a conocer la noticia a través de sus redes sociales. “Lo logramos”, anunció, y le dedicó un mensaje a sus seguidores: “En esta colecta se demostró que ustedes hacen mucho más que poner plata”.
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“Gracias por bancar las causas, en muchos casos gracias por predisponer sus cabezas a escuchar nuevos puntos de vista, gracias por poner hasta los últimos 4 pesos que les quedaban, gracias de verdad wachis”, agregó.
El dinero será destinando a la ONG Trans Argentinxs. Según detalla en su cuenta de Instagram, la organización otorga asesoramiento y acompañamiento a infantes, adolescentes y jóvenes Trans-NB y residen en el país.
Su cofundador, Lautaro Lucas Cruz, celebró al conocer que habían alcanzado el objetivo. “A mí me enseñaron que para construir debía bajar mi escudo, poner una mirada más allá de lo que se ve, y ahí en el punto más alto de la vida, comprender que todos los días se puede ser una mejor persona”, escribió.
Según había explicado Maratea al lanzar la colecta, además de vigilar que se cumplan los derechos de las infancias trans, como la Ley de Identidad de Género y los derechos de niños, niñas y adolescentes, el ente también recolectará “información sobre el avance social de las infancias y adolescencias trans, para que de esa manera puedan crearse políticas públicas”.
Además, el observatorio le daría trabajo a las personas trans adultas, que representan uno de los sectores de la población con mayores problemáticas de inserción laboral.
Maratea ya había conseguido fondos para comprar ambulancias para una comunidad wichi, lograr que una nena obtuviera el medicamento más caro del mundo, permitir que atletas argentinos pudieran viajar a una competencia en Ecuador y facilitar el traslado de un elefante a un santuario de Brasil.
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