Christian Siri es un ex comisario retirado de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. En 2007, mientras prestaba sus servicios para el Grupo Halcón, recibió múltiples disparos que le dañaron la médula ósea. Tras ser intervenido en numerosas ocasiones, el policía volvió a caminar. Actualmente, Provincia ART le niega los medicamentos y amenaza con cortarle la cobertura del tratamiento del cual depende su vida.
En 1989, Siri, oriundo de la localidad bonaerense de Sarandi, se recibió en la Escuela de Policía Juan Vucetich. Años más tarde, ingresó al Grupo Halcón para cumplir su sueño de ser un policía de elite.
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En 2007, cuando se desempeñaba como Subcomisario y Jefe de un escalón de combate, tras la orden de la Justicia Federal, encabezó un allanamiento para desbaratar una banda de narcotraficantes en Pablo Podestá que marcó un antes y un después en su vida.
Le solicitaron que los objetivos más complejos sean abordados por el Grupo Halcón, con él a la cabeza. Cuando llegaron, comenzaron a recibir balazos desde el interior de la vivienda. Al ingresar, dos hombres con fusiles lo atacaron y Siri logró reducirlos arriba de un sommier.
Pero cuando creyó que la situación estaba controlada, uno de los delincuentes se encontraba escondido bajo la cama con una ametralladora. Este abrió fuego sobre el cuerpo del Subcomisario y, a pesar de contar con la protección correspondiente, uno de los balazos recibidos le dañó la médula e inmediatamente cayó sin movilidad alguna en sus piernas.
Esta dramática situación fue el inicio de un largo camino por recuperarse física y emocionalmente. En silla de ruedas y con un panorama desalentador, intentó de todo: lo trataron con morfina líquida para calmar el dolor, lo operaron en más de 50 oportunidades, intentaron quitarle las balas del cuerpo, ingirió ketamina, le sugirieron amputarse un brazo, pero nada era suficiente.
Tras la firma la norma N° 13.985, Ley de Heridos de la Policía de la provincia de Buenos Aires, comenzó un tratamiento jamás antes realizado en el país: le colocaron una bomba de morfina asociada a un neuroestimulador. Gracias a ello, con mucho esfuerzo y empeño, comenzó a caminar nuevamente.
A pesar de ello, tras comenzar a recuperar lentamente su calidad de vida, tuvo que comenzar una nueva batalla para que Provincia ART cumpla con la cobertura. Siri debe internarse y recargarse la bomba con morfina todos los meses, lo cual implica un asunto engorroso ya que, más de una vez, se vio sometido a demoras que causan dolor, imposible de soportar.
Desde hace 15 días, el cuadro del ex policía se agravó de tal forma que lo dejó postrado nuevamente. Ante esta situación, se comunicó nuevamente con la ART solicitando que se le suministrara Tramadol 50 mg., que necesita para mejorar su estado. Sin embargo, la respuesta fue que se dirija al Centro Médico Fitz Roy, situado en la Ciudad de Buenos Aires, donde debería solicitar una receta y, luego, pedir el reintegro del dinero.
Siri reiteró que no se encontraba en condiciones físicas para moverse hasta el centro de salud y la respuesta automática de la ART fue bloquear su número de WhatsApp. En un estado crítico y desesperante, muchos de sus compañeros, también heridos en servicio, lo ayudaron proveyéndole parte de sus propios medicamentos.
La lucha por obtener la medicación no son su única problemática, también debe pelear constantemente con los turnos médicos y con la quita de la atención del neurocirujano que le realizó las cincuenta operaciones y aquel doble implante que le devolvió la posibilidad de caminar. Siri asegura que constantemente la ART lo amenaza con cortarle la cobertura de la cual depende su vida.
“Es así como hoy yo y todos los heridos en acto de servicio estamos en manos de Dios o viviendo gracias a una colecta de remedios que hacemos entre nosotros. Tenemos patologías gravísimas debido a heridas de arma de fuego en la lucha contra la delincuencia. Solo pedimos que no nos abandonen, queremos terminar nuestros días dignamente. Todos los días luchamos por seguir adelante, pero nos hacen lo imposible para que nos demos por vencidos”, expresó Siri.
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