La restauración integral de la Casa sobre el Arroyo, una de las obras más reconocidas del siglo XX a nivel mundial, recibió el Premio Gubbio 2023 Sección América Latina y Caribe por los diferentes trabajos de recuperación que se llevaron adelante. Se trata de la obra arquitectónica también conocida como “Casa del Puente” que se ubica en la localidad bonaerense de Mar del Plata.
Para la edición 2023, se presentaron 29 trabajos provenientes de 21 ciudades de América Latina y el Caribe, caracterizadas por su rico patrimonio cultural. Este premio nació en 1960 en la ciudad italiana del mismo nombre, y es promovido por la Asociación Nacional de Centros Históricos y Artísticos (ANCSA).
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En 2009 se lanzó la primera edición para América Latina y el Caribe del certamen que busca difundir los avances teóricos, las buenas prácticas y las modalidades de gestión en materia de protección patrimonial y recalificación urbana en la región.
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Vale recordar que en abril de este año, la casa fue reinaugurada por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, luego de casi dos años de trabajo. La restauración se financió a través del Plan de Infraestructura Patrimonial, y demandó una inversión aproximada de 100 millones de pesos.
La popularmente conocida “Casa del Puente” de Amancio Williams y Delfina Gálvez, es un Monumento Histórico Artístico Nacional diseñado en 1943 y durante años permaneció abandonada y en el olvido. Según explica el Ministerio de Cultura de la Nación en el comunicado oficial, para desarrollar el proyecto de recuperación y puesta en valor se realizó una investigación sobre documentación histórica.
El objetivo del proyecto de recuperación fue devolver la casa a su estado original. En ese sentido, los trabajos consistieron en el reacondicionamiento de las cubiertas, las fachadas, mamposterías, revoques, cielorrasos, contrapisos y solados, zócalos, herrería y elementos metálicos, carpintería, tabiquería y herrajes.
Además de mobiliario y equipamiento para interiores, mesadas, pinturas, vidrios y espejos, señalética, instalaciones de gas, eléctricas, sanitarias y pluviales, calefacción, extintores, provisión de artefactos de iluminación, sistema de detección de humo y alarma contra incendios. También se desmontaron elementos no originales de la construcción y se realizó el hidrolavado en el arco estructural de la casa, conocido como “El Puente”, para remover grafitis producto de los años de abandono.
La historia de la “Casa del Puente” de Mar del Plata
En 1943, el compositor argentino Alberto Williams le encargó a la pareja de arquitectos el diseño de una casa de verano que debía levantarse sobre un terreno que además de contar con una frondosa arboleda tenía la particularidad de estar atravesada por un arroyo. Así, Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge desarrollaron entonces el proyecto de lo que sería una de las obras más emblemáticas de la arquitectura moderna de nuestro país.
La “Casa sobre el Arroyo” está definida por un gran arco curvo que junto con las columnas en sus extremos soportan la estructura de hormigón, y está organizada en un sector público, con hall de acceso, estar y comedor; y un sector privado, con los dormitorios y el servicio; y uno semipúblico donde se encontraba el piano del compositor.
La obra arquitectónica se encuentra ubicada en un terreno que abarca dos manzanas de un área natural y está atravesado por el arroyo Las Charcas, cuenca que dio origen a la fundación de Mar del Plata. A través del puente que se ubica en su base, la construcción representa la unión entre los dos sectores del terreno que divide este curso de agua y una unidad ambiental inseparable de su entorno.
Luego de la muerte del músico y compositor Alberto Williams, la casa fue vendida para convertirse en sede de la radio LU9 entre 1970 y 1977. Sin embargo, la última dictadura cívico militar clausuró la emisora y la construcción quedó deshabitada hasta 2004, y durante ese tiempo fue vandalizada. Además, dos incendios le generaron graves daños estructurales.
En 2005, a través de un convenio, el Municipio pasó a tutelar la propiedad y, en 2012, el Estado Nacional compró dos fracciones del edificio, la casa principal y la casa del casero y se los traspasó al gobierno municipal, con la intención de acondicionarlos y convertirlos en Museo.
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