Un grupo de manifesteantes se reunió en la puerta de la Quinta Presidencial de Olivos, a horas del asado que organizó el presidente Javier Milei para “premiar” a los 87 diputados que votaron contra los jubilados.
Tras la votación que ratificó el veto de Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria, el presidente invitó a los diputados a un gran banquete, que generó repudio.
Banderas, cacerolas y reclamos en la Quinta de Olivos
En la tarde de este martes 17 de septiembre, una multitud se congrego en las cercanías de la Quinta presidencial de Olivos donde se espera que los diputados lleguen en una combi para celebrar junto a Javier Milei el veto a la ley que permitía un aumento de las jubilaciones.
Esta tarde también se conoció la supuesta invitación que les llegó a los agasajados. Es por ello que se espera que lleguen cerca de las 20:00hs.
Lo polémico de la invitación radica en el costo de esta cena y de la celebración a costa de un aumento que no fue. Al respecto el vocero presidencial Manuel Adorni aclaró: “Ante algunas versiones disparatadas sobre la cena que se realizará hoy en la Quinta de Olivos, les cuento que la misma será abonada por cada uno de los comensales. El costo será de $20.000 por persona y lo abonaremos con tarjeta de débito (no se aceptará pago en efectivo). Fin”.
Pantallas en vacaciones: lo que alertan los pediatras y muchos padres prefieren no ver
Con el receso invernal, crecen las horas frente a las pantallas y también las alertas de especialistas. La Sociedad Argentina de Pediatría advierte sobre los efectos del uso excesivo de celulares, tablets y computadoras en niñas, niños y adolescentes.
De igual modo, la multitud que se congregó en Olivos describió como “una vergüenza” a esta reunión: “Tendríamos que ser muchos más. Es una forma de empezar a protestar y salir a la calle”, señaló un manifestante en diálogo con C5N.
“Va a haber un muerto y va a ser un jubilado y capaz que soy yo”
Una de las manifestantes -de Jubilados independientes- sostuvo: “Es una vergüenza, se está burlando de nosotros que no podemos llegar ni siquiera al día diez y ellos comen un asado”.
La mujer agregó: “Va a haber un muerto y va a ser un jubilado y capaz que soy yo porque yo me la voy a jugar por este pueblo… no puede hacer un asado para burlarse del pueblo”. Y contó que su marido ya no puede comprar los remedios para el corazón.
