La noche del domingo 30 de marzo dejó una nueva muestra del curioso concepto de ‘periodismo‘ que maneja Luis Majul en su programa La Cornisa, emitido en la ex señal periodística La Nación+.
Durante la entrevista con el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, ocurrió un hecho que expone con claridad el nivel de sumisión mediática al que han llegado ciertos comunicadores afines al gobierno de Javier Milei.
Majul, quien figura entre los cinco o seis periodistas que se han convertido en voceros no oficiales del presidente, le realizó un “reportaje” a Caputo con el claro objetivo de llevar tranquilidad a los mercados, que vienen mostrando signos de desconfianza hacia la política económica libertaria.
Sin embargo, lo más llamativo de la noche no fueron las respuestas del ministro, sino lo que sucedió durante la entrevista.
Milei, el editor en las sombras
Mientras Majul hacía su trabajo de amplificador de discurso gubernamental, su teléfono recibió un mensaje inesperado: el propio Javier Milei lo interrumpió para hacerle una corrección en tiempo real.
Majul, lejos de incomodarse por esta intromisión presidencial en su labor periodística, leyó el mensaje al aire sin el más mínimo atisbo de pudor.
“Mientras estábamos haciendo la entrevista, me escribió el presidente Javier Milei“, anunció con total naturalidad el conductor.
Según explicó, había mencionado que el mandatario le había dicho algo sobre el desembolso de un tramo del FMI y el posible cambio en el régimen cambiario.
Pero Milei, atento a cada palabra que lo involucre en los medios, se sintió en la necesidad de intervenir y aclarar que nunca había dicho tal cosa.
Lo más llamativo no fue solo la interrupción en sí, sino la forma en que Majul la justificó: “Cumplí en aclarar lo que me dice el Presidente, sin ningún tipo de pudor, porque no entiendo nada de economía…“.
Así, en una sola frase, Majul dejó en claro dos cosas: primero, que su función no es analizar ni cuestionar, sino retransmitir sin filtro lo que el gobierno quiere que se diga; y segundo, que si alguien necesitaba una confirmación de su rol de operador, ahí la tenía.
Majul, más vocero que periodista
Las redes sociales no tardaron en reaccionar con burlas y críticas hacia el periodista, quien se convirtió en tendencia por su insólita justificación y su evidente falta de independencia editorial.
“Luis Majul ya ni disimula, es el vocero de Milei en La Nación+”, comentó un usuario.
Otro fue más directo: “Majul ya no es periodista, es el call center presidencial con micrófono”.
El episodio no hace más que confirmar lo que muchos sospechan: el gobierno de Milei, que dice haber eliminado la pauta publicitaria, en realidad encontró otros mecanismos para sostener a sus comunicadores afines.
Majul, con su servilismo en vivo, es solo el ejemplo más evidente de una red de periodistas que ya no quieren preguntar ni incómodar al poder, solo buscan convertirse en replicadores del mensaje oficial.