Una investigación Hugo Alconada Mon dejó en el ojo de la tormenta a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Tras filtrar el plan del organismo para espiar a periodistas y dirigentes opositores, el periodista de La Nación reveló que el espionaje ya está en marcha. Axel Kicillof sería uno de los damnificados.
De acuerdo a Alconada Mon, los informes elaborados por la SIDE incluyen al gobernador bonaerense, pero también a otros dirigentes de Fuerza Patria, como Máximo Kirchner o Sergio Massa. Incluso han llegado a reportar encuentros privados entre políticos de otros espacios como Facundo Manes y Néstor Grindetti.
Este lunes desde el gobierno bonaerense confirmaron que están analizando la situación “con el objetivo de efectuar una denuncia penal“. Creen que se trata de una “violación flagrante a la Ley de Inteligencia Nacional“, según dijo el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, en conferencia de prensa.
Efectivamente, en su artículo 4, la Ley 25.520 establece que “ningún organismo de inteligencia puede obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, su opinión política o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción”.
Así las cosas parece obvio el incumpliento de la norma. De lo contrario, basta recordar lo que contó Cristina Caamaño, ex titular de la actual SIDE, en marzo de este año tras una de las marchas al Congreso. “El día de la represión pude ver tres personas de la de la SIDE caminando. No puedo decir qué estaban haciendo, pero me sorprendió”, dijo antes de precisar que estaban “merodeando la zona de la Casa de las Madres a la noche, el día de la gran represión“.